9. Discusión

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―¿De qué hablan? ―Cheryl se nos une en el lavaplatos. Miro a Phoebe, y ella me asiente.

―No iré a la fiesta, Cheryl ―Phoebe se excusa y yo me desinflo y de paso me siento estafada. Creí que estaba lista para contarle que ya perdió su virginidad y sus candentes ejercicios sexuales y salvajes con Max.

―¿Por qué? ―Cheryl pone cara de decepción.

―Ella tiene otra cosa mejor que hacer ―la acuso directa porque me ha dado rabia. Phi rueda sus ojos molesta.

―Bueno, técnicamente sí; es solo que será para usarlo de tapadera. Me quedaré con Max.

―¡Te quedas con Max! ¿Haciendo qué? Se te olvida que es nuestra gran noche... ―Cheryl le mira y pone exactamente la misma cara que puse yo. Solo que sus ojos grandes y verdes se abren exageradamente.

―No me digas que... ―se frena y me mira―. ¿¡Lo sabías Em!? ―Me increpa, yo trago en seco y después de dilatar mi gesto por un momento, asiento.

―¿Desde cuándo? ―Increpa otra vez.

―No me recrimines, solo lo sé desde anoche cuando casi escapa por la ventana y tu parecías un muerto durmiendo.

―No te lo puedo creer Phoebe. En serio tú y Max se la montan, y hasta ahora lo dices ―Cheryl explota.

―¡Oye! Baja la voz, o la madre de Em y toda la manzana se va a enterar que ya no soy una tonta virgen ―Phoebe resopla enojada.

Las palabras de Phoebe pegan duro, tal vez vírgenes; nunca tontas, y aunque es natural, tampoco son cosas que deberían tomarse tan a la ligera. No sé por qué sus palabras me han ofendido y a Cheryl parece que también.

Pensar que Phoebe, se entregó a Max porque ya no quería sentirse una virgen tonta, me hizo preguntar hasta donde estamos dispuestas a degradarnos por complacer a los demás. Max no es los demás; sí su novio. Ya llevan cinco meses saliendo. ¿Desde cuando realmente lo estarán haciendo?, ¿el día después de ennoviarse? Acaso la habrá puesto contra la pared con su típica frase "si no tenemos sexo, te dejaré" y ella accedió pensando en que si no lo hacía él la humillaría frente a todos para mostrar que no le vas a dejar en ridículo, porque ellos nunca quedan mal, solo nosotras. Hasta el momento siempre pensé que Phoebe no era fácil de intimidar; parece que resultó ser todo lo contrario, y hasta ahora nos damos cuenta. No es que hayamos hecho un pacto para contarnos todas nuestras intimidades. Solo esperaba que nos lo dijéramos como algo de confianza entre mejores amigas.

―Así, que somos unas tontas ―Cheryl le reprocha decepcionada.

―Cheryl yo... ―Ella le mira y luego a mí―. Lo lamento chicas, no es lo que quise decir yo...

―No digas más, está claro que tú ya tienes tus propios planes ―Cheryl solloza, y se ve tan pequeña y frágil. Me acerco a ella y le abrazo.

―¡No seas tan cruel! Se supone que tú y Jay también deberían haberlo hecho ―Phoebe estalla ahora con pose de villana, y Cheryl me mira y se pone colorada.

―¡No todavía! Solo ocurrirá cuando esté segura, él respeta eso. Y no me cree tonta por no hacerlo con él ―se defiende encarándole.

―Chicas ―intervengo bajo porque ambas se han puesto frente a frente como si estuvieran en una batalla, y eso implica que habrán muchos gritos.

―Pero seguro que te lo ha pedido más de una vez ―Phoebe aguza sus palabras―. Sabes de sobra la etiqueta de mujeriego pervertido que siempre lleva encima, o se te olvida lo que le hizo a Laura. Ni siquiera entiendo como terminaste saliendo con él sabiendo todo eso.

―¡Chicas no más! ―Insisto y ambas me apartan dispuestas a no ceder.

―¡Y que!, la gente cambia, también he sido muy firme con mis razones y él lo ha entendido muy bien, como no parece haberlo entendido Max.

―Cuidado Cheryl. Si él puede entender eso; a lo mejor y ya tiene con quien montársela cuando tú no estás. ―Phoebe ataca y Cheryl le abofetea fuerte―. Llevo las manos a mi boca.

―Lo vas a aburrir ―Phoebe llora.

Hago un esfuerzo y me meto en medio de las dos, y ruego que mamá esté teniendo la misma clase de sueño que Cheryl. Bien pesado y profundo.

―¡Vamos Phoebe! Jay no es así. Él me respeta ―Cheryl lanza por encima de mi hombro.

―Chicas ya basta, no tiene sentido que discutamos sobre esto, ¿somos amigas de verdad o qué?; porque estamos discutiendo e hiriéndonos por esos idiotas.

Mis palabras parecen captar su atención y aterrizarlas, por un momento se detienen y ambas me miran consternadas. Phoebe se aparta, se recuesta sobre el mesón y se soba la mejilla, se le nota conmocionada. Cheryl toma asiento en la mesa y esconde su rostro, también igual. Me calmo y espero a que reine el silencio, es lo mejor.

―Em tiene razón. Siento haberte golpeado Phi ―Cheryl es la primera en disculparse y sé que en serio lo está sintiendo. De todas es la más sensible.

―Bien, deja eso, y que tal si nos vamos. Tenemos mucho que arreglarnos ―Phoebe dice en respuesta como si nada.

―No, no lo haremos hasta que se miren a la cara y se lo digan de verdad ―propongo para sellar una reconciliación.

―No quise decirlo, yo, tal vez estoy demasiado enamorada de Max. Le amo, y quiero creer que él me ama a mí, y no. Nunca me obligó, solo creí que ya era hora de corresponderle cuando me lo pidió.

Me acerco a Phoebe y le abrazo.

―No me alegra mucho oír eso; pero, son tus decisiones ―le digo esperando aliviarle un poco. Estiro mi brazo hacia Cheryl, ella se levanta a regañadientes y finalmente se acerca. Nos unimos en un abrazo grupal de amistad que quisiera siempre fuera irrompible. Sin embargo, después de esto, muy dentro de mí siento que no lo será. Permanecemos en silencio.

―Te quiero Phi. En serio lamento haberte golpeado ―Cheryl expresa, Phi asiente.

―Me lo merecía.

―Entonces, ya tú y él...

―Chicas, yo también las quiero; pero creo que se nos hace tarde para todo lo que tenemos que hacer ―intervengo en la reconciliación, Phoebe puede explayar sus secretos más tarde.

―Sí Em, tienes razón ―acota Cheryl.

Los pasos de mamá entrando a la cocina, vistiendo su bata y directa a la nevera hace que todas nos sobresaltemos y la miremos como a un espanto.

―Creí que ya se habían ido. Que esperan ―dice toda sonámbula y automática sirviéndose y tomando un vaso de agua. Todas nos miramos y zumbamos a las escaleras como moscas revueltas.

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Antes del fuego✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora