Antes del fuego✔

48. Te amo, Jeremy

Parece que el tiempo volara últimamente, es domingo, me pongo un lindo vestido color pastel y sin mangas porque hoy nos reuniremos todos para el gran partido de fútbol, y que va a estar bastante apretado para el equipo de Rubens. Ni Jeremy ni Jay juegan, por lo que el equipo queda un poco desequilibrado; y seguro que la velocidad de Jeremy les va a hacer falta; aunque lo peor es que Jeremy ha dicho que no va a volver al equipo luego que acabe la escuela. Nat será quién saque la cara por él, con su nuevo capitán, Eliot Maddux, quien por fin podrá lucir sus dotes de coreback, Jeremy apuesta por él. Rubens lo hace; quizás sea un chico un tanto raro, pero es bueno y sí ellos apuestan por él, es porque lo vale y seguramente se perfila como la nueva estrella de los Iron Tigers, él equipo de la escuela Hills high school.

Jeremy me recoge en casa. Y ya en el estadio nos reunimos una parvada grande, Cheryl, Jacob qué extrañamente fue a recogerla, Phoebe quien aún no nos dice nada de lo suyo con Max, a quien no vemos . También convidamos a Ian y se negó con que estaba de descanso y necesitaba relajarse para tomar fuerzas y resistir su exigente trabajo como auxiliar ferretero. Lo tomo como una pésima excusa; porque yo creo que me está evadiendo.
El partido estuvo muy reñido los Braves de la,escuela estatal fueron bastante rudos termina. Afortunadamente, el equipo gana con un marcador muy reñido; pero gana gracias a la habilidad de Eliot para dirigir, correr y anotar. Todos salimos animados a saludar y felicitar a los chicos luego de toda la algarabía que formamos para darles ánimos. Jeremy se abraza con Nat y prácticamente lo carga, su desempeño fue de maravilla; también con Eliot se,choca las manos al igual que con el resto del equipo. Después de,tanta celebración me toma de la mano y me lleva con él, todos nos protestan cuando ven que nos alejamos.

―Em y yo tenemos cosas que hacer, privadas ―enfatiza en eso último poniéndome colorada―; así que ustedes hagan lo que quieran ―espeta cargándome sobre su hombro como todo un cavernícola para meterme al Camaro, yo chillo, luego río y lo beso cuando estamos dentro y siendo el blanco de todo tipo de rechiflas. Es un travieso.

―¿A dónde vamos ahora?

―Vamos a comer primero, muero de hambre.

―¡Vale!

Decidimos experimentar y nos metimos en un restaurante de comida japonesa para probar algo diferente y salimos corriendo, Jeremy odió el sushi; luego probamos comida tailandesa, y salimos también de allí. Finalmente terminamos en un restaurante italiano y almorzamos unos deliciosos tallarines; luego de salir de allí,j
Jeremy deja él auto estacionado y decidimos entrar a un centro comarcal, caminamos agarrados de la mano por todo él lugar; y aunque estábamos felices como dos cursis tortolitos, él no dejaba de mirar su reloj. Veríamos una película y empezaba a las siete; quería llegar a tiempo para comprar las palomitas y las bebidas. No puedo quejarme Jeremy realmente me,estaba dando el mejor regalo de aniversario. Comimos alguna cosa más y nos metimos al cine para ver él final de Harry Potter. ¡Qué horror! Yo no paré de llorar despidiendo a mi saga favorita y él se la pasó más dormido que despierto; al final cuando acabó. Me preguntó que si como había quedado todo, lo típico, dijo ―él chico consigue a la chica―, y yo quise ponerle las palomitas de maíz que me sobraban en el tarro en la cabeza. Me encantó él final, y ver él futuro de Harry con sus hijos, me hizo desear uno igual; y qué bueno que por estar dormido no se dio cuenta que babee por Daniel Radcliffe, mi Harry Potter favorito.

Salimos y nos subimos a su auto. Condujo alrededor del parque y aparcó en un espacio que estaba oscuro y solitario.

―¿Qué haces? ¿Por qué te detienes aquí?

―Porque quiero que nos quedemos aquí un rato más antes de llevarte a casa; aún es temprano.

―¿Y por qué no vamos a tu casa? ―Propongo y a él se le abren los ojos.