Antes del fuego✔

46. Medidas drásticas

Han pasado dos semanas desde el incidente con Pat y Verónica, y desde ese día todo parece volver a la normalidad. Cheryl nos recoge hoy para ir a la escuela. Ella está lista para volver, e incluso, durante el trayecto lleva una sonrisa sádica en la boca; ambas Phoebe y yo nos preguntamos qué le pasa; ¿por qué tanta felicidad? Cuando llega la hora del almuerzo nos damos cuenta de ello.

Un hombre vestido de traje, un policía, y un hombre vestido de la Armada militar, se llevan y escoltan a Jay delante de todos los estudiantes haciendo que él se ponga pálido y se muera del susto y la vergüenza, estaba sorprendida. Así que era eso lo que tenía muy feliz a Cheryl. Finalmente ejecutaron las acusaciones y él debe responder por ellas. La cara que tenía Jay era lo más parecida a alguien a quien se le ha acabado la vida. Phi y yo nos miramos con cara de pena.

―Sabías de esto, ¿cierto? ―increpo a Cheryl.

―Sí, y no puedo estar más feliz ―contesta radiante.

―Cheryl, eso no es bueno...

―¿Por qué? Creo que esto se llama justicia, y mi padre se encargó de que le cayera toda encima.

Creía que ella ya lo había superado, e incluso recordando el almuerzo con ellas, también que se compadecía de Jay. No, más bien creo que ella estaba esperando esto para disfrutarlo; sin embargo, creo que él ya ha sufrido bastante las consecuencias. Matricula condicionada, expulsado del equipo, suspensión, y ahora quizás... la cárcel o un reformatorio.

―¡Cielos! Jay la tiene gruesa ―Phi resopla.

―Ya lo creo ―Jeremy suspira a mi lado, y se le nota desanimado. Nat a su lado también se ve igual.

―Tal vez su tío lo envíe al ejército ―Jeremy continúa.

―¿Al ejercito? ―Pregunto.

―Sí, ellos se han hecho cargo; y le han quitado la custodia a su tía. ―Es Nathan quien completa la información.

―¿Y que hay de sus padres?

―Jay no tiene padres, ellos lo abandonaron y lo dejaron a cargo de su tía ―Jeremy explica algo de lo que no tenía... conocimiento.

―Vamos, Em; no sé por qué te preocupas por él, luego de que también te ofendió.

―¿Cheryl; acaso has imaginado como se siente? ¿Sabías todo eso de él?

―No, y no me importa ―contesta sardónica al cien por ciento.

―Ok. Dejemos eso, Jay solo paga sus propias culpas; además no creo que se lo lleven ahora, primero tiene que terminar la escuela, y después seguro tiene que someterse a la disciplina de sus tíos militares ―Jeremy nos expone, y a pesar de todo eso no me deja tranquila; y es que después de ver el rostro perdido de Verónica, siento que pagar con la misma moneda no da satisfacción, supongo que antes sí; pero ahora, cuando todo a pasado... es más fácil verlo desde un ángulo diferente. Aunque no me molesta que le den sus buenas zurradas. Luego de eso, Jay no volvió; y al salir nos fuimos a Pete's Burger, y de allí a casa. Ninguno estaba de humor como Cheryl si lo estaba, y había mucha tarea por hacer.

En casa mamá no deja de preguntarme por lo que ocurrió a Jay, y yo la puse al tanto. Ella estaba sorprendida cuando se lo conté todo; fue como en las películas la forma en que se lo llevaron.

∞∞∞

No sé por qué hoy en la escuela me siento un poco ansiosa, Jeremy está todo el tiempo a mi lado consintiéndome y diciendo que me ama, y yo no hago más que pensar en que ya es tiempo de corresponderle, la idea ronda mi cabeza desde hace semanas, y con todo lo que ha pasado, nunca es el momento. Y lo cierto es que me siento lista; y me como las uñas pensando en un buen momento para decírselo, y que sea uno muy especial.