38. Pedida difícil

2.1K 238 8
                                    

Nos fuimos en el Camaro de Jeremy hasta la casa de Phi, miro por Cheryl que aún está dormida, y Phi me dice que su madre no sospecha nada porque le dijo que Cheryl se había bebido toda una barraca y ella se lo creyó. Se quedará con ella hasta mañana; ella promete cuidarla y yo me voy tranquila, luego de despedirme de su madre. Seguimos rumbo a mi casa; y como nunca desee vivir en la Patagonia o el polo sur para demorar la llegada; la verdad es que estaba muy, muy nerviosa.

Es increíble que en tan poco tiempo esto pasara, y menos imaginé que tendría un novio oficial tan pronto, y menos que mi novio fuera el gran Jeremy Ross, y lo más increíble de todo es que su padre está de acuerdo con todo esto. Acepto que quizás y si hice algo para que no se complicara; sin embrago, eran muchos regalos. No dejo de sentirme afortunada. Lo único que me preocupa es como lo van a tomar mis padres, y en especial papá. Cuando llegamos a casa, papá está de pie en el porche, parece estarme esperando ansioso, su mirada es de mucha impaciencia. Salgo del auto, y me acerco a él. Él me da una mirada adolorida.

―Emily, entra en casa ―es lo único que dice, trato de protestar; pero su solo gesto me abruma.

Mamá se asoma en la puerta y luego de saludar al juez y a Jeremy me hace señas para que vaya con ella. Entra primero, y yo miro a Jeremy antes de hacerlo, el ladea un poco su cara, no dice nada, parece igual de confundido que yo. Papá les indica que tomen asiento y mientras yo entro con mamá, ellos empiezan a tener una charla. Que por lo visto va a estar muy acalorada. No veo rastros de Ian por ningún lado; y lo prefería así. Esto era incomodo, no sabía por qué papá tenía esa actitud cuando aun no le contábamos nada, me hubiera gustado estar presente. Papá llama insistente a Jacob quien baja las escaleras con una sonrisa igual que la de él Gato de Cheshire, de Alicia en el país de las maravillas.

―Te metiste en la grande hermanita ―se mofa cuando pasa a mi lado. Lo tomo del brazo y le detengo.

―¿Que está pasando?

―Ya lo saben todo.

―¿¡Todo, quienes!?

―Papá y mamá, obvio.

―¿Y cómo?

―Pregúntaselo a tu querido novio.

―¡Jacob! ―Papá insiste desde afuera.

―Su padre llamó a papá esta tarde. Que formal, ¿no? ―Suelta igual de burlón, y yo ahora lo quería agarrar a golpes. 

Suspiro hondo y le suelto porque papá lo llama de nuevo. Subo a mi habitación y mamá ya está allí sentada sobre mi cama.

―¿Cielo, en serio tú y él...están juntos? ―Mamá pregunta un poco compungida palmeando al lado de la cama para que me siente a su lado.

¡Cielos! Entonces sí lo saben todo. ¿Pero como? Trago grueso.

―No... hace mucho ―respondo precavida.

―¿Ya...tuvieron relaciones sexuales?

―¡Mamá! ―Resoplo avergonzada.

―Cielo, necesito que seas sincera conmigo.

¡Qué diantres!

―Sí ―exhalo―. Pero... solo fue hasta anoche...

―Emily Marie, sé que esto es tedioso y difícil para ti; pero necesito saber que mi hija aún confía en mí.

―Ma, nada de esto fue planeado,solo sucedió; lamento mentirles pero no te preocupes, él se protegió y fue muy amable conmigo.

Suspiro apenada, no se que más decir, jamás pensé qué las cosas se pondrían así.

―Me alegra oírte decir eso. ―mamá dice aliviándome―; Además de que estoy orgullosa de ti. Él juez Ross no hizo más que agradecerle y felicitar a tu padre por lo que hiciste por él.

Antes del fuego✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora