19. No soy bueno

2.1K 247 2
                                    

Jeremy no puede ser más desgraciado que los desgraciados, debería irme y salir corriendo. Sin embargo, no sé por qué aun no muevo mi estúpido trasero. Él nota mi intención y se lanza a atraparme con esa magnífica habilidad suya. Lo logra y me apresa contra su pecho.

―Gracias, por decirme que deje de soñar ―refunfuño― ¡Déjame ir! ―Escupo agitada.

―Quieres huir. Creo y entiendo que las chicas como tu son realistas, Em. No viven de sueños.

―¡Estoy siendo realista ahora!

―No, no lo estás siendo. En serio tienes algún fetiche loco de amor destinado, crees que yo podría llegar a ser alguna clase de amor perfecto para ti.

―¡No! Obvio no, y ya tuve suficiente de esto.

―Lo dices por Patrick ―alude enarcando sus cejas, y yo me pregunto que pretende al salir con eso.

―¡No es tu asunto! ―Resoplo en su cara.

Así Patrick me afecte ya no significa nada para mí. Ya... dejé atrás todo lo mal que la pasé con él. No así, ahora. ¡Que me pasa con él!

―Tienes razón ―esboza como si me entendiera―; pero no estaría mal desahogarte un poco.

¿Desahogarme? ¡Esto es una mala broma! Jeremy no puede estar hablando en serio, si algo no quiero hacer en lo que me queda de vida es recordar... nada de eso.

―¿Con quién contigo? ―Lucho por zafarme

―Por qué no. ―Él me abraza fuerte rodeándome con sus brazos, encerrándome como si me protegiera, y por increíble que parezca acaricia con ternura mi pelo espolvoreado y ya completamente seco. Sí, aunque lo sequé, he echado a perder todo el trabajo de Helena. Tengo ganas de llorar. Él no puede estar hablando en serio.

¡Jeremy es un grandísimo tonto!

―Para que te rías más de mí. No gracias, ¡así que vete a la mierda Jeremy! ―Bramo enojada, no quiero caer en su juego

―Y ahí tenemos una vez más a la lengua grosera de Emily Barnes. Estoy tratando de ser amable y tú solo lo arruinas con tus berrinches infantiles.

―¡Te odio! ―Grito y lloro escondiéndome en su pecho sin poder detener las lágrimas.

Él intenta retirarme un poco y a regañadientes cedo, no porque quiera permanecer en su pecho, lo que no quiero es que vea las lágrimas que ha logrado sacarme y aparte tiene más fuerza.

―No te enamores de mi Emily Barnes; aunque no lo creas no soy bueno, soy peligroso para ti ―expresa besando las lágrimas que no he podido detener en mis mejillas.

Si es lo que quiere, entones por qué hace esto. Acaso solo busca confundirme, y lo último que quiero es que crea que puede hacerme llorar. Sin yo esperármelo besa mi frente y me abraza más fuerte como si deseara fundir nuestros cuerpos. No respondo a su abrazo, solo dejo colgando mis brazos flácidos a los lados.

―Pero eso no significa que no quiera saber lo que te pasa ―murmura en mí oído―. Desde que te conozco, he querido saber que sucedió con la revoltosa chica feliz que le gustaba parlotear sin elocuencia en la clase de literatura inglesa ―añade sereno mientras acaricia mi espalda y yo aún me resisto a devolverle el gesto.

Pero mis ojos se abren con su declaración; estaba convencida de que nunca me prestaba atención; porque ahora saca eso, y por que a pesar de lo que dice está siendo tremendamente serio al respecto. Si es así que se va a portar; por qué dice que no me enamore de él y que es peligroso... en serio que me confunde, aun así...

―En... serio quieres saberlo o solo te burlas de mí ―hablo con un tono más apaciguado.

―Por qué lo haría. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. ―Jeremy exhala fuerte.

―Quién te crees, ¿el doctor corazón? Quieres seguirte burlando de mí ―le reposto su supuesta buena intención, y él me aleja, y me encara serio.

―No estoy jugando.

―¡Sí lo haces!, al final eres como todos los hombres. Disfrutan... simplemente haciéndolo.

―Que poco me conoces, Em.

―¡No lo hago! Ni te entiendo. No conoces realmente a alguien que solo ves por ahí.

―Intentarlo no te matará. Alguna vez lo has hecho ―expone dejándome muda por un breve momento.

―Dices, que tengo alguna clase de posibilidad, y si es así, ¿qué es eso de que no me enamore de ti?

―Dije conocerme.

―¿En qué sentido?

―¡Pero vaya que eres graciosa!

―Disculpa por no ser tan inteligente como tú.

―Disculpa aceptada.

―Imbécil.

―Cero y ya perdí la cuenta.

¡Demonios¡ No puedo evitar sonreír. Supongo que si lo he llamado imbécil muchas veces. Me aclaro la garganta.

―Jeremy, aunque desee conocerte, tú eres como las nubes, inalcanzable, a menos que solo sea un avión y las atraviese. ―Hago una extraña y loca ilustración de mi desconocimiento de él.

―Eso es lo más extraño que me han dicho ―él lanza un incontenible bufido en mi cara.

―¡Lo ves! ―Rezongo molesta―. Y si no es burlarte. ¿Qué es lo que pretendes?

―Escucharte. Eso está mal. Estoy malditamente seguro que ni siquiera se lo has contado todo a tus "amigas". ―Hace comillas visibles con sus dedos.

Tenía razón, suelo contarles casi todo a mis amigas; excepto eso... ellas no lo saben todo. Ahora mismo estoy recordando las palabras de Phoebe, y realmente golpean en mi cabeza. Me calmo un poco.

―Si lo hago, tú también debes hacer algo.

―¿Qué?

―Me contestarás una pregunta.

―Se lo que intentas conseguir ―dice inclinándose cerca de mi cara.

Sus ojos tan azules que ahora lucen hermosos y que penetran profundamente en los míos. Me inquietan, me trastocan.

―Hazlo o no hablaré ―inquiero muy seria.

Él exhala y asiente risueño, pegándome un leve golpecito con su frente en la mía.

―Solo una.

  ∞∞∞∞

Antes del fuego✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora