Capítulo 12 - Maldito lunes y padres insoportables

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Sí, sé que no es sábado, pero me he dado cuenta de que habéis llevado esta novela entre las cien primeras de Novela-Juvenil (somos el número #88) Así que quería agradecéroslo de alguna manera...y espero que esto sirva<3

Canción en multimedia: I wish you would — Taylor Swift [Cover]

Chico en multimedia — Landon (Justin Zabinski)

Capítulo doce — Maldito lunes y padres insoportables ღ

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Capítulo doce — Maldito lunes y padres insoportables

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Para mi desgracia la segunda semana empieza pronto. Me encuentro despertándome de nuevo temprano para poder darme una ducha rápida antes de cambiarme y formar. Esta vez con ese sentimiento de incomodidad más fuerte que antes. No quiero volver a los entrenamientos, pero para mi desgracia este fin de semana sólo ha sido un pequeño descanso que, como todo lo bueno, ha llegado a su fin.

Es tal la ansiedad que me causa la idea de tener que entrenar de nuevo que incluso disfruto de la clase de matemáticas porque eso significa unos minutos más de tranquilidad. Hasta química es una clase que en ningún momento quiero que termine, pero lo hace y, después de comer, estoy temblando durante la hora de tutorías a sabiendas de que es lo único que me separa de mi instructor.

Es en lo que reviso mis propios apuntes por hacer algo que veo un pequeño papel doblado caer al suelo. Miro a mi alrededor, lo tomo y una caligrafía desconocida envuelve dos palabras.

"El lago"

¿El lago?

¿Qué...? No lo pienso demasiado, arrugo el papel entre mis dedos y lo dejo caer en lo que salgo del edificio.

Lo primero que me viene a la cabeza es ese trauma que se ha quedado atrapado en lo más profundo de mi mente desde que era una niña. Lo segundo es la idea de que alguien lo haya descubierto y, de alguna forma, quiera jugar esa carta en mi contra, pero es una tontería. Una tan surrealista que no puedo dejar de pensar en ella.

Es más lógico que sea una petición para hablar, un lugar donde quedar para estar un rato. Por un momento llego a autoconvencerme de que ha sido Blake para preguntar por la camiseta que el domingo se me olvidó devolverme o para preguntar si voy a acceder por fin a tomar algún entrenamiento extra.

Pero cuanto más cerca estoy, cuanta más gente veo ahí reunida más risas escucho. Más risas y más rabia recorriendo mi cuerpo. Todavía no sé de quién ha sido la nota o la idea, pero una cosa tengo clara: se trata de humillar, y yo he sido su diana.

Las miradas caen sobre mí, ni siquiera necesito empujar para ir a la priemra fila. No, abren un improvisado pasillo para mí porque de eso se trata, quieren que lo vea.

Y ahí, en el agua, está un baúl.

Me juego el cuello a que es el mío.

Lo han debido de arrastrar sobre la pasarela para tirarlo entre las dos barcas que hay, cubierto por completo aun habiendo caído en vertical. No voy a poder sacarlo si no entro, y no puedo entrar ahí, la sola idea me aterra. El agua, oscura, es un reflejo de mis mayores pesadillas. Me ahogo de sólo pensarlo, mi mente recrea el ahogo con verlo. Así que aparto la mirada del agua, cabreada.

Internado MilitarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora