Capítulo 34 - pov blake

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Capítulo treinta y cuatro - Pov Blake


La mañana del lunes no hace más que confundirme. Escucho la alarma de alguno de mis compañeros poco después de las seis y media de la mañana. Estoy cansado, más que normalmente. Mi cuerpo ruega por más horas de sueño que no me cuesta negarle. La costumbre me hace levantarme de la cama sin la más mínima queja.

Estoy todavía adormilado cuando me doy una rápida ducha con la que busco despejarme. Es lo poco que me ayuda a ser medianamente productivo por las mañanas. Eso y llenar el estómago. Me pongo los calzoncillos dentro del cubículo, echándome la toalla grande al hombro y pasando el extremo por mi pelo un par de segundos mientras salgo.

Dejo la toalla colgando de una de las perchas junto a la litera que comparto con Cooper y me visto en menos de dos minutos. Estoy atándome la segunda bota cuando una mano palmea mi hombro, obligándome terminar rápido y ponerme en pie.

Austin está todavía en pijama, las ojeras tan marcadas como siempre sobre su pálida piel cuando me mira. Es unos centímetros más bajo, también nuevo de este año. Aunque no llega a sorprenderme, aquí hay una gran cantidad de nuevos cadetes los dos últimos años, generalmente obligados por sus padres tras un mal comportamiento. Algo que se adapta al caso de Austin, no hace falta más que pasar diez minutos a su alrededor como para averiguarlo.

— Ayer te perdiste la partida —Comenta—. ¿No querías volver a perder contra una chica?

Gastar mi tiempo con él sería degradarme.

Lo ignoraría si no hubiera caído en la cuenta de quién fue la chica contra la que "perdí". Alisson era de mi equipo, ganamos y el final se convirtió en nuestro propio juego. Pero Austin no busca burlarse de eso, de que yo rompiera mi buena racha ya conocida entre los de último y anteúltimo año, la critica a ella. Está marcando a Alisson de inútil y de ahí que su pregunta estuviera cargada de la burla que busca.

— Al menos ella ha logrado ganar una partida y no ser eliminada en los primeros tres minutos.

Él tensa la mandíbula, su nariz recta pareciendo afinarse con el gesto. Trata de intimidarme, su mirada y gesto lo dice. Eso me hace reír. No siento ninguna clase de vergüenza al hacerlo, que alguien se dejara intimidar por este espécimen es todavía un completo misterio para mí.

— Madura —Le echo a un lado sin cuidado alguno. Sabe que devolvérmelo sería mala idea, aun así puedo alcanzar a ver el movimiento por el rabillo del ojo. Menos de cinco segundos después él está en el suelo, quejándose y llevando las manos a su costado. Llevo aquí más años que él, ¿de verdad creía que tendría oportunidad alguna?—. No vuelvas a intentarlo.

Recojo mi chaqueta y me despido de Cooper antes de salir de la cabaña, directo a la de Landon y Kenner. Acabo de bajar las escaleras de madera cuando el recuerdo me golpea con fuerza. Sé que no fue un sueño y sonrío. Sonrío al recordar que la causa de mis horas de sueño perdidas fuera el tiempo que nos quedamos Alisson y yo sentados en las escaleras y hablando de cosas de poca importancia.

Eso sin contar el número de veces que alcancé a besar sus mejillas o labios a lo largo de la hora que la mantuve entre mis brazos. Johnson me mataría por esto. Diría lo obvio, eso que he tratado de evitar por el último par de semanas. Quizás sea eso por lo que no me decanto por ir a ver si se ha despertado él primero.

Internado MilitarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora