Extra

63.3K 4K 1.7K
                                    

2.5M de leídos, gracias

Canción en multimedia: Coming Over — James Hersey

──── ∗ ⋅✦⋅ ∗ ────

9 meses después del epílogo.

—¿Seguro que quieres hacer esto? —Vuelve a preguntarme Aaron, apoyado en el marco de la puerta del baño de estas instalaciones con una mirada curiosa. Yo termino de acomodar las horquillas para que mi pelo no abulte y recojo la peluca corta pelirroja—. Cuando te dije que podías darle una sorpresa a Berny no me refería a esto.

—Lo sé —Después de nueve meses fuera y alguna que otra discusión con Blake por haberle sumado tres meses más a mi viaje le he mentido con mi fecha de regreso. Todavía cree que volveré dentro de dos semanas. Aaron, en cambio, fue quien me vino a recoger al aeropuerto, con una sonrisa sobre sus labios y llamando la atención de medio aeropuerto al verme primero y llamarme a gritos. Sólo pasé un fin de semana aquí desde que me fui, ese cuando me enteré de que Aaron había tenido un accidente y que le habían ingresado. Rogué para poder tener un sábado libre y unirlo al domingo del mismo fin de semana para ir a visitar a mi primo, el muy idiota había estrellado otra avioneta, pero, esa vez, a más distancia del suelo que la última. Casi me da un ataque al corazón cuando el tío Joe me dijo que le habían tenido que ingresar. Claro está, cuando llegué al hospital Aaron estaba como una rosa, con la muñeca rota, al igual que un par de costillas, y la ceja partida pero burlándose de cómo seguía ganando partidas de cartas contra Tammy, su novia. Pasé el fin de semana con ellos, a Blake le había coincidido un castigo que le impedía salir de La Academia durante tres fines de semana seguidos, también, por culpa de Aaron. Recuerdo lo frustrante que fue.

—Te queda mejor el castaño —Murmura mi primo mientras yo me acomodo la peluca, me queda por los hombros, con un flequillo algo largo sobre el que acomodo mis gafas de sol. Me giro hacia Aaron.

—¿Reconocible?

—No sé cuantas películas habrás visto, cariño, pero unas gafas de sol y una peluca no te hacen ser otra persona.

—Oh, cállate —Con eso recojo mi bolsa del suelo para lanzársela a mi primo—. Guárdame esto en tu taquilla, por favor.

Sale del lugar y yo me doy una última mirada en el espejo. Tengo de mi parte la mejor carta, si supuestamente sigo en Tailandia es más difícil que Blake me reconozca bajo esta peluca y con las gafas de sol puestas. Además, siempre he sido bastante pálida, ahora en cambio mi piel ha adoptado ese tono más bronceado después de tantos días de playa a los que Landon me arrastraba. Incluso mi pelo se ha aclarado hasta parecer un rubio oscuro o castaño claro. La otra diferencia, aunque no notoria a simple vista, es que ahora me defiendo entre las olas. Mi mejor amigo se pasó todo el tiempo libre que tuvimos durante los primeros tres meses arrastrándome hasta la playa más "adecuada" a su modo de ver y obligándome a aprender a hacer surf. Al principio me dejaba una tabla en la arena y simplemente me daba órdenes que copiar, con la gente mirándonos como si fuéramos más extraños de lo que parecíamos. Me moría de vergüenza cada vez, pero al final aprendí. Y debo admitir que me terminó gustando.

Busco a Aaron entre el resto de personas. Aaron se había sacado la titulación más básica para ser paracaidista, también arrastró a mi novio con él. No entendí muy bien la parte de los distintos niveles que me explicó, pero sé que tiene el suficiente nivel como para poder llevar a otra persona en un salto en Tandem. Y ahora ese es el punto más importante de nuestro plan.

Mi primo no tarda en volver a aparecer a mi lado, burlándose del mono que tengo que llevar, es horrible.

—Todavía me cuesta creer que tu plan para sorprender a un idiota sea saltar desde un avión.

Internado MilitarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora