Amistades eternas

6.- El comienzo del cambio

Me levanté de golpe, sudando frío, después de calmar la respiración por el sueño que tuve me di cuenta de que era de noche aún. Tomé mi celular y marcaban las 2:47 de la mañana, no sabía cuál era el fundamento de esos sueños pero lo que soñé, no pasó y no pasará.

Después de levantarme, recoger y dejar todo en su lugar para evitar una escena cómo la de ayer proseguí a arreglarme para ir a la escuela. Al revisar mi celular me di cuenta que tenía un mensaje, Austin otra vez fue lo que pensé, pero no, era de Terra, resulta que hoy entrábamos más temprano, a las 7 para ser exacta, eran las 7:20 y apenas y me había cambiado de blusa, me puse el primer pantalón y par de zapatos que encontré, tome una chamarra gris, mi mochila y salí corriendo mientras mi madre gritaba a mis espaldas que tuviera un buen día cómo de costumbre.

Llegué a las 7:47 a la escuela y entre corriendo por el corredor principal. Iba a toda velocidad cuando de repente choque con alguien, un muchacho. Los dos caímos al suelo, me golpee el codo y la cabeza pero de todos modos me levante, le dije que lo siento comencé a correr otra vez, lo único que pude notar de él es que era alto, tenía los ojos claros, no sé si verdes o azules exactamente pero eran claros y que iba vestido todo de negro.

Con todo y dolor seguí corriendo hasta que llegué a clase de literatura y la profesora no me dejó pasar así que salí a las mesas de la escuela. Saqué un libro, Noches Blancas de Jhon Green que aunque ya lo he leído me fascinan las historias que lo conforman.

Al pasar la hora llamé a Ane para preguntarle en dónde estaba y me respondió que ya habían salido pero que el profesor de la siguiente clase que era química no asistió, así que en vez de alcanzarla me quedé leyendo un rato más.