13.- El deseo de morir

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Es lunes y me levanto cansada, todo el fin de semana he hablado con Corey y he empezado a sincerarme con él. Él me ha contado de varios problemas que ha tenido a lo largo de su vida y tal parece que no somos tan diferentes, él ha pasado por cosas duras como la separación de sus padres, el rechazo de varias personas en la secundaria y por supuesto: depresión entre muchas otras.

Él ha accedido a contarme todo por que necesitaba desahogarse y yo se lo he permitido, le he contado sobre la depresión que pasado más no lo que estoy pasando.

Como siempre me da un saludo de buenos días y ahí comienzan nuestras largas conversaciones.

Al llegar a la escuela veo a Ane con Leo, lo cual se me hace demasiado raro puesto que ella dijo que iba a esperar a que él le hablara, la historia de ellos es algo raro, son vecinos y un día él se acercó y se lo dijo, desde entonces se acosan mutuamente y ahora por fin se están hablando. Paso a su lado sin denotar ningún gesto y voy en busca de mi grupo de amigos, aunque ninguno está, lo cual me extraña pero no le tomo tanta importancia y voy a dar una vuelta cuando me topo con Terra y caminamos juntas un rato sin molestar a Ane con su amor platónico.

Terra y yo damos una vuelta cuando veo a Austin sentado en una banca y en cuanto me ve se levanta pero me volteo y nos vamos antes de que él pueda acercarse.

Entro a mis clases normalmente sin toparme con Austin ó alguien del grupo, hasta la salida que veo a Austin, Patrick y Corey esperando el transporte pero hoy me siento de un mal animo así que me voy a la siguiente parada y evitó el irme en el mismo camión de ellos 3.

Llegando a mi casa he entrado y mis padres están ahí, discutiendo y gritándose maldiciones así que subo directamente a mi cuarto sin que ambos noten que he llegado. Me encierro en mi cuarto pero aún así oigo los gritos, me pongo los audífonos y en eso un mensaje de Austin.

Austin.-Oye enserio que no te entiendo, cuando vamos a poder hablar bien, como amigos, sabes que te quiero y nada de esto es mi culpa.
Yo.- Austin, no quiero volver a discutir estoy harta de esta mierda, sabes que preferiría morirme a seguir escuchando esto.
Austin.- Es que no es una discusión, no lo digas ni de broma, tú no sabes lo que siento al pensar que pudiste hacer algo así, me importas enserio.
Yo.- Sí lo hago o no será muy mi problema, me abandonaste en un momento en el que en serio te necesitaba ¿y vienes diciendo que te importo?
Austin.- Disculpa me tengo que ir pero créeme, todo lo que te digo es cierto.

No le contesto, aviento el celular y me acuesto con los ojos llenos de lágrimas una vez más y pienso una cosa. ¿Qué pasaría si me fuera?, si por fin acabar- con todo el sufrimiento, a nadie le importo realmente. Saco mi navaja y la pongo sobre mi muñeca cuando me llega un mensaje y mi curiosidad es fuerte. Es Corey, me pregunta que como estoy pero no le respondo y así los dejo hasta que me llama y le contesto
Corey.- Oye ¿te encuentras bien?—se le nota bastante preocupado.
Yo.- Si—me seco los ojos y aclaro mi nariz—perfectamente

Corey obviamente no me cree y al final termino contándole todo, desde como comenzó mi depresión cuando tenía 12 años hasta lo que pasó con Austin.
Cuando le termino de contar estoy destrozada y él solo me pide que no haga lo que tengo en mente, pero ya no quiero estar aquí.
Yo.- En serio Corey, lo lamento mucho pero tengo que hacerlo, ya no aguanto esta porqueria, en serio perdón.

Corey suplica que no lo haga pero cuelgo, después empiezan a llegarme más llamadas y mensajes pero las ignoro.

Cuando llega la noche solo llega mi madre, la saludo y le he dicho que ya he cenado ( lo cual es mentira), regreso a mi encierro y permanezco como 10 minutos con navaja en mano, la pongo en mis heridas de forma vertical pero por alguna razón decido no hacerlo y por tercera vez en la semana, lloro hasta quedarme dormida.

Amistades eternas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora