Capítulo 2

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Melodie

Una vez que entre al instituto lo primero que vi fue a April y a Xavier, mi mejor amigo hombre como ella lo llamaba. Aún seguía colérica por el encuentro con el malcriado del estacionamiento, pero no podía desquitarme con ellos por nada.

No iba a dejar que ese niñato rico arruinara mi último día de prepa, el último día con mis amigos, mi último día en este país.

—Hola nena. —saluda mi amiga.

—Hola Aip, lista para los exámenes. —contesté.

—Yo nací lista pequeña.- una inocente risa salió de los labios de Xavi, aunque sólo lo conocí dos años atrás era mi mejor amigo.

—Lista Mel. —dijo Xavi, con un tono socarrón.

—Sí, solo espero que este día mejore. —susurro más para mí que para él.

—Tranquila Meli, ya verás cómo será el mejor día de tu vida.

Al ir en camino a el salón me fijé que no había cogido mi bolsa de lapiceros, como pretendía hacer el examen sin lapicero sin más remedio me regrese por ella. Donde tengo la cabeza si sigo así no podré mantener mis calificaciones y no podré ir a una buena universidad.

Sin fijarme me golpee contra algo más bien dicho contra alguien, no lo puedo creer era ese tipo engreído y mal educado otra vez, si Xavier este sin duda será el mejor día en mi vida.


—Hay fíjate. —definitivamente hoy no ha sido mi día.

—No fue mi culpa no te vi. —en ese instante se retiró los lentes de sol que llevaba puesto.

—Hay no puede ser otra vez tú. —ha aguantar nuevamente las malcriadeces de este tipo.

—Si mal no recuerdo alguien me golpeó en el estacionamiento esta mañana y menciono algo que no me gusto. — me quedo de piedra no puedo creer que este él aquí justo frente a mí.

—Fue tu culpa, por engreído. —no quise saber nada más del tema y me dirigía a mi locker sin prestarle atención.

—Con que fue mi culpa, aún me arde la mejilla por tu culpa yo te enseñaré lo que este niño engreído y malcriado puede hacer. —sujeta mis manos por encima de mi cabeza arrinconándome contra la pared.

—Pero que...... Que estas haciendoooo.... —empezó a tocar mis muslos y cada vez subía más y más pero se detuvo antes de llegar a mi parte central.

Me atacó con sus labios me subió la blusa que llevaba puesta, empezó a tocarme los pechos. No podía mentir su tacto me mandaba pequeñas vibraciones por todo el cuerpo, nunca antes había experimentado algo parecido pero no me podía quejar se sentía placenteramente bien.

—Déjame no me sigas tocando o gritare. —sus manos se sentían jodidamente bien en mi piel.

En ese instante me llevó a uno de los baños más cercanos traté de resistirme pero con este hombre que me lleva más de una cabeza que podía hacer alguien como yo.

—Si gritas te irá peor. —no dije más después de eso.

—No puedes hacer esto, se llama violación y está penado por la ley. Lo entiendes verdad malcriado. —su sonrisa se ensancha y esa aura oscura de hace rata vuelve a apoderarse de su cuerpo.

Empezó a besarme el cuello, de la nada tocó mi sexo hace círculos encima de mis bragas, mientras que los besos lentamente se convertían en mordidas. Ligeras, suaves y mojadas mordidas que iban desde el lóbulo de mi oreja hasta por encima de mis pechos.

Amame hasta el final [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora