Melodie.
Al despertar después de la noche alocada de ayer decido ir a comer, ayer no comí casi nada siento mi estómago rugir, no recojo nada de la habitación como usualmente lo hago aunque ya Carmen me a regañado unas cuánta veces por esa acción.
—Hola Carmen. —saludo para que me regresará a ver.
—Señorita buenos días como amaneció. —ese era el saludo habitual que recibía en la mañana, por parte de ella extrañaba a mamá dándome mi café con tostadas en la mañana el aroma de su perfume, ya casi no la veía más que para reuniones de trabajo, a las que debía ir la familia completa claro.—desea algo en especial para el desayuno.
—Lo de siempre Carmen por favor, le puedes decir a Julieta que me suba a mi habitación.
—Claro señorita, ya se lo digo. —le sonrió amablemente.
Después de que Carmen terminará esa última oración subo a mi habitación para tomar una ducha, cambiarme el outfit y salir a ver qué hago el día de hoy aún sigo un poco conmocionada por lo de ayer pero mi vida no puede para solo por Matthew Collins, no lo voy a permitir.
—Señorita Melodie Señorita...... —salgo de la ducha para ver que Julieta estaba ahí afuera con el desayuno en la mano.
—Sigue Juli estaba en la ducha.
—No se preocupe señorita aquí está su desayuno. —el inconfundible aroma de los waffles de Carmen inundan el ambiente, una taza de café y una porción de fruta para comenzar el día lleno de energía.
— Gracias. — después de terminar de vestirme con unos jeans rotos a nivel de los muslo apretado una blusa negra con un estampado de elefante y unas vans, me aliso un poco el cabello acompañe todo con un labial rojo mate que ponía mis labios gruesos y carnosos, me destino es el centro comercial más cercano aun no conozco muy bien la ciudad le pido a Fabián que me lleve hasta allí.
El lugar es precioso según me ha dicho Fabián vivimos en Pasific Palisades, unos de los barrios más caros y privilegiados de todo Estados Unidos a unos veinte minutos del lugar se encuentra The Grove tiene cierto aire de palacio italiano, la arquitectura que tiene es precioso las lámparas son como sacadas del siglo pasado, las calles son de piedra algo antiguas, como si estuviera en Italia, las tiendas son muy costosas y ostentosas mucho más de lo que estoy acostumbrada. Fabián me ha explicado que hemos tenido que cruzar Beverly Hills para llegar hasta este punto, las casas de ese lugar eran casi toda una calle.
Después de ir por allí y por allá en un coche tipo ferry, no he conocido ni la mitad del lugar, rendida sentada en una mesa lo único que compre fue una tabla de skate y unos lentes de mosca que están a la moda, compre un helado de avellanas con cyrope de caramelo, siento como alguien me toca el brazo tirando de mí, no lo puedo creer es el malcriado bueno Matthew pero para mí ya quedó como el malcriado.
—Hola linda. —dice con un tono burlón, sospecho que este tipo me persigue.
—Hola. —no supe que más decir es raro encontrármelo aquí.
—Tu outfit esta genial pero lo complementaria con un short y una gorra. —llámenme loca pero este hombre ha sonado como una chica.
—De que estás hablando. —no sabía muy bien lo que trataba de decirme, la cuestión es que esta de muerte con ese traje muy elegante y ceñido al cuerpo no puedes dejarte impresionar Melodie Carter.
—No es nada. —coge mi muñeca y tira de mi hasta una tienda muy hípster si así se la podría calificar.
Entramos yo a rastras y el empieza a buscar ropa de mujer sin soltarme la muñeca, encuentra lo que al parecer estaba buscando unos short rasgados, unos lentes de sol y una gorra muy mona todo hacia juego, entró al probador y empieza a soltarme el jean mientras me besaba el cuello la verdad no quería que parará, me baja el pantalón sin dejarme reaccionar, toma el short que tenía en la mano y comienza a subirlo por mis muslos, dobla el jean para guardárselo en la chaqueta no es que fuera tan grande tampoco, acto seguido salimos del probador.
— ¡Señor no puede entrar así al probador de mujeres y menos con una! —como ya es normal en Matthew hace caso omiso a lo que la dependienta le dice. Saca la tarjeta de su cartera y se la entrega, arranca las etiquetas de la ropa que me había colocado para dárselas junto con la tarjeta.
—Recárguelo todo aquí, tómese cien dólares de propina y deje de meter sus narices donde no es necesario. —la pobre mujer toma todo lo que le habían entregado y desaparece.
—Así estas mucho mejor. —sonríe colocándome los lentes de sol al girarse frente a mí.
La mujer de antes se acerca para entregarnos la factura y la tarjeta que le había dado antes este malcriado salimos de la tienda para ir a tomar un café en un starbucks allá era donde nos dirigíamos según veía.
—Bien Mel, quieres comer algo. —le hago una mueca
—No gracias estoy bien. —cruzo mis brazos en señal de molestia.
—Tomemos un café. —pero Matthew insiste como siempre, que narcisista y ególatra es este hombre.
—Cómo puedes tratar así a las personas no te han enseñado modales acaso. —vuelvo a mi postura de enfado.
—Deja de decir tonterías y vamos por un café. —noto como se pone tan pálido como un papel.
— ¿Te sientes bien? —no entendía nada que le sucedía se iba a desmayar le dolía algo.
—Nos vamos Melodie. —no digo nada solo quería levantarme e irme, pero una mujer alta, esbelta con un aire de superioridad golpea la mesa en la que nos encontrábamos. Su cabello es rubio, ojos verdes acompañado de un ahumado con tonos oscuros, lleva una chaqueta de cuero negro, un crop top blanco de encaje, unos shorts parecidos a los míos y unos botines negro con detalles de diamantes.
—A dónde vas cariño. —dice la mujer con un grito de enojo.
—Charlotte creo que quedó muy claro las cosas entre nosotros. —escuche bien, acaso dijo "las cosas" "entre nosotros".
—Así que esta es la golfa de la que estás enamorado. — ¿Golfa? ¿Amor?, de que están hablando este par.
—Eso no es de tú incumbencia. —Matthew sigue sosteniendo mi muñeca con firmeza.
—Claro que sí, lo es tu eres mío y sólo mío.
—Nos vamos Melodie. —tira de mí una vez más pero esta vez con más firmeza de lo necesario.
—No mi amor tú no te vas para ningún lado. —ahora es aquella mujer la que lo toma por la muñeca a él.
Acto seguido me toma con fuerza del cabello y empieza a ahorcarme como si quisiera matarme, Matthew la toma de la cintura pero ella se rehusaba a no soltarme, la presión incrementaba a cada segundo hasta que por fin perdí el conocimiento por falta de oxígeno. —de una forma u otra desde que lo conocí algo malo me sucede.
Hola guap@s otro cap espero que os guste y que la trama igualmente.
Hay muchas dudas con respecto a Charlotte ¿Quién es? ¿Que vino a hacer? Bueno todas esas preguntas se responderan mas adelante.
No se olviden de dejar sus estrellitas y sus comentarios.
Y una y otra vez gracias por sus mensajitos de amor llenos de amor y buen vibra.
Love love love ♡¤♡
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Amame hasta el final [TERMINADA]
Teen Fiction[Historia en proceso de edición] Melodie se cambia de ciudad por el contrato multimillonario que hizo su padre, sin saber que Matthew un chico sin modales y con fama de playboy que solo busca diversión le alcanzarán y pondrá su vida de cabeza. Una...