35. Culpa.

6.8K 331 75
                                    


Carolina.

Gatón apareció en la terraza con una morena colgada del brazo y tan arrogante como un magnate y su chica de compañía. Yo rodé los ojos. No quería verlo, ya bastante vergüenza había pasado con ese hombre dejándolo super plantadísimo como para lidiar con él y su orgullo de macho. Pero al parecer ni me notó ahí.

Sus ojos y furia oculta en una máscara de arrogancia era dirigida a Agus, y las flechas también iban en sentido contrario. Podía sentir los ojos de Agus perforándolo.

Bien, no entendía para nada esta intensidad.

Si, Agus se enojó cuando salí con él y tenía razón en decir que era un imbécil, pero no entendía tanto enojo. 

A menos que estuvieran en riña por otra cosas, no lo sabía. De lo que si estaba segura era que no quería un show en mis narices.

-Nosotros no tenemos ganas de compañía, igual gracias. -tomé a Agus del brazo y lo halé hacia el interior del local. Podía notar que se rehusaba un poco y que se dirigían miradas aún más intensas cuando pasamos por su lado, y la morena ni enterada de nada.

-¿Puedo saber que te pasa con ese hombre? Casi hasta se apuñalan con la mirada -exclamé una vez dentro.

-Aún no entiendo como fue que te acostaste con ese patán. -dijo con voz plana, ignorando lo demás. Yo rodé los ojos y resoplé.

-Yo no me acosté con él, lo dejé plantadisimo y pasé la noche donde Valentina. - Agus ladeó la cabeza mirandome.

-Me alegro por eso. -se alegraba pero su voz seguía siendo plana y con chispas de enojo.

-¿Hay una razón por la que se odien tanto?

De debatía entre si decirme o no decirme pero dada mi insistencia opto por lo primero.

-Eramos amigos, un maldito patán pero lo era a fin de cuentas. Trataba de incentivarlo y ayudarlo a que estudiara para que se graduara con nosotros el mismo año. Pero un día a Martina y a él se les ocurrió la grandiosa idea de verme la cara de idiota. -se pasó una mano por el pelo- el día que llegó a casa en lo único que pensaba era en tener sexo, la rechacé porque, bueno, tiende a ser muy.. ruidosa, y sabía que escucharías. La cuestión fue que le dije que no tenía ganas y se ofendió porque pensó que no la deseaba, uhm.. es muy adicta al sexo, y no pensaba quedarse con las ganas. Se fue echa furia y se acostó con el primero que encontró en los contactos de su teléfono: Gastón. Y me lo hizo saber -abrí los ojos como platos al saber la maldad fría de esa mujer- la siguiente noche fui y le partí la nariz a ese infeliz.

-Pero la culpable de todo fue Martina ¿no?

-También, pero sabía desde antes como era ella. Lo que nunca esperé era que Gastón se metiera con lo que era mío. Podrá ser un Don Juan con las mujeres, pero nunca con las de sus amigos.

-Wow.. yo.. no sabía. O sea, poco lo conozco y estoy aliviada de no haber cometido esa estupidez.

-¿Por qué pensabas hacerlo? -me sorprendió preguntándome. No, no podía contestarle eso, era muy vergonzoso.

-Yo... uhm.. no me preguntes eso ahora ¿vale? Era una gran idiotez de mi parte. Estoy arrepentida.

Para evitar más preguntas lo abracé, fue un impulso y me gustó que él me lo correspondiera. Me sentía protegida en sus brazos y era algo a lo que fácilmente podía acostumbrarme.

Apreté los ojos. Agus se estaba ganando un puesto especial en mi vida y me daba pavor que también en mi corazón. Sería fácil si me seguía dando besos en el pelo.

Mi Hermanastro | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora