39. "Volviste con ella y lo nuestro queda anulado"

5.8K 336 115
                                    


Carolina.

Corrí escaleras arriba hasta mi habitación, cerré la puerta y me recargue en ella con la respiración agitada. Maldije, no acostumbraba a hacerlo en voz alta pero lo hice.

Lancé mi bolso a la cama, había olvidado la bolsa de las compras en el auto pero estaba muy intrigada de quien sería el convertible aparcado frente a casa.

Ya lo sabía.

La imagen de los dos besándose volvió a mi cabeza y me dieron nauseas. No entendía que hacía esa maldita mujer en mi casa besando a mi... A Agus.

No entendía tampoco los celos que me inundaba todo el cuerpo ¿celos? Agus y yo no teníamos nada, solo teníamos una jodida aventura que terminaría a penas tuviera a alguien más.. ¡y ya la tenía de nuevo! No me debía ningún tipo de explicaciones. Entonces ¿por que me sentía tan jodidamente traicionada? ¿por que sentía una presión en el pecho y un sentimiento de vacío?

Golpearon la puerta suavemente a mis espaldas, era Agus. Trate de recomponerme y actuar como si nada estuviera pasando, no iba a demostrarle cuan dolida y molesta estaba. Abrí la puerta.

-Hola.. Caro.

-Hey.

-Necesitamos hablar.

-Ya lo creo... -me retiré dándole paso y crucé los brazos bajo mi pecho - Pues, sueltalo. Debo estudiar para el último parcial de mañana.

-Es sobre .. Nosotros y.. Martina.

-Si, volviste con ella y lo nuestro queda anulado. -me encogí de hombros y busqué mi móvil tratando de ocultar mi cara descompuesta.

-Y.. ¿ya? ¿lo entiendes?

-¿Por que no habría de entenderlo? ¿quedamos en eso, no? Lo que si debiste hacer es contármelo antes, pero ya qué. -Por fin encontré mi móvil debajo de mi bolso y lo encendí, ese aparato me salvaba de las miradas incomodas pero mis manos temblaban al rededor de él.

-¿No te importa?

-¿Importarme? -alcé la mirada ante ese rara pregunta- ¿Debería? A ti yo no te importo, no veo por que tú deberías importarme. Sólo.. la pasábamos bien y ya ¿no? -los ojos me ardieron e involuntariamente la voz se me quebró.

-Me importas, Caro, por eso es mejor dejarlo. No tienes por que perder tu tiempo con un cabrón como yo si puedes estar con alguien que te ame y cuide.

-Ay Agustín, por Dios. Yo no necesito...

-¡Deja la maldita coraza! -me interrumpió explotando repentinamente haciéndome dar un paso hacia atrás- Te la das de mujer madura que no tienes sentimientos pero eso no te va, eres tan sensible como una niña de tres años.

Una «niña» así me seguía viendo, eso no iba a cambiar, entonces ¿por que seguía aquí? Me hacia sentir cada vez más estúpida por haber caído en sus brazos.

Por haber caído aún mas bajo y quererlo... Porque si, lo quería.

Iba a hablar pero lo interrumpí con la mano.

-Si para ti sigo siendo una niña. ¿Para que coño te liaste conmigo? Ve... -señalé la puerta- abajo te espera tu frívola mujer ideal.

Sus ojos me estaban matando, me estaban resquebrajando y si no se iba corría el riesgo se desmoronarme frente a él.

-Vete, maldita sea -murmuré.

Y sin decir una palabra más, salió de la habitación dando un portazo. Justo en ese momento sentí como algo se rompía dentro de mi. Me tapé la boca con la mano y me dejé caer en el suelo, soltando las lágrimas que tenía atrapada en los ojos.

Mi Hermanastro | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora