50. "Te amo"

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Agustín.

El despertador sonó a las 7am y quise estrellarlo contra el suelo. Había podido conciliar el sueño a eso de las 4am y ya debía comenzar el maldito día, y a demás, con una terrible migraña. Me froté la sien y el recuerdo del día anterior me llegó de golpe:

Carolina llegando al restaurante de un hotel, Carolina saludando a su amigo Lionel, Carolina charlando y riendo con él, Carolina despidiéndose de él frente a la entrada del mismo hotel.

Carolina terminando conmigo...

¿Que había hecho? Evidentemente ella no había hecho nada malo, yo la había seguido porque, en el fondo, tenía miedo y curiosidad.

¿Si le hubiese preguntado, me hubiese dicho que saldría con él, aunque eso desatara una discusión aún peor? ¿O fuera mentido?

Confía en ella.

¿Por qué me costaba tanto? Desde hace mucho nunca me había fiado de nadie que me dijese que siempre estaría. Todos terminaban haciéndolo. Incluso Carolina...

El «para siempre» nunca existía.

Mi error fue enamorarme de ese pequeño hermoso ser.. Si no me hubiese enamorado de Carolina en este momento no estaría queriéndome sacar el corazón que tanto dolía dentro. Maldición.. ¿Que me hizo pensar que podría cambiar para ella? Le hice daño y era lo que menos quería.

Logré levantarme, ducharme y vestirme, hoy debía ir a la televisora donde había comenzado a trabajar hacía ya una semana. Iba tarde y esta vez mi rutina no sería la misma.

Carolina estaba en la cocina tomando un café apresurada.

-Mi niña ¿de verdad no vas a desayunar?

-No, má. Se me hace tarde para clases.

-Buen día. -saludé sin ánimos.

-Agus, hijo, buen día. ¿Tu si desayunarás?

Carolina recogía sus cosas aún sin hablarme ni verme.

-No, Tish, voy tarde al trabajo.

Tisha bufó y exclamó algo más que no entendí. Solo podía ver a Carolina.

-Te llevo.

-¿Ah? No gracias -respondió yendo a la salida- hoy me iré en mi auto. Adiós.

Carolina salió dando un portazo y todo quedó en silencio. Tisha me miraba preguntándome sin hablar y yo solo me limité a servir café en un vaso para llevar.

-Agus.. ¿Que pasa?

-Cortamos.

Tisha solo se llevó las manos a la boca balbuceando un "¿por qué?"

-No funcionamos juntos.

-¡Imposible!

-Es así... Los hermanastros nunca estarán destinados -me limité a decir, le di un beso en la frente y salí de casa.

Él día fue de mal en peor. No lograba concentrarme en el trabajo ni en nada de lo que hacía. Sentía un vacío en el estomago y uno peor más arriba. Estaba de mal humor y muy detestable. Cada tanto veía el móvil para ver si llegaba ese habitual WhatsApp de Carolina diciéndome cuanto me extrañaba y lo aburrida que estaba su clase, y como cada vez, no estaba así que decidí apagarlo el resto del día. Me volvía loco, quería llamarle, buscarle, verle.. Estaba mal. Muy mal.

Por estas razones no quería enamorarme. Era un idiota.

Pero todo era por culpa de Lionel, me repetía mil veces mientras conducía de camino a casa. Si no estuviera clavado con Carolina todo esto no pasaría. Pero lo estaba y Carolina no hacía absolutamente nada para frenarlo, eso era lo que tanto me enojaba y no me hacía mejorar.

Mi Hermanastro | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora