Mi Hermanastro | Aguslina

13. Mas besos y caricias.

Carolina Pov's

Seguía con mis pensamientos mientras subíamos a las habitaciones a petición de Martina, para que nos pusiéramos cómodos.

—La tuya es la de siempre, mi a... digo! Agus. —sonrió, tocando sus bíceps.

Él ignoró el comentario mientras tomaba su maleta y la mía y las colocaba frente a una puerta.

— Carolina, querida. La tuya esta —me señaló la de al frente. — ¿No te importa compartirla con Nicole verd..

—Martina. —la interrumpió él en seco— A mi si me importa. Mi novia dormirá en ésta conmigo. ¿Verdad, amor?—se volteó y a mi y fingió una sonrisa.

—Pero..

Agus estiró la mano hacia y yo, confundida, la tomé. Me tiró hacia él y me besó en los labios, yo sonreí y le devolví el beso.

Que empiece la función.

—Claro que si, mi amor. ¿No te importa, Tini?

—Oh, para nada. —rió, más que histérica sin hacer un comentario al respecto.— Estamos todos en la piscina. Ponganse cómodos y bajen.

Ya dentro de la habitación quedé paralizada.

—¿Donde...donde dormiré yo? —pregunté, inspeccionando la habitación.

Era realmente muy acogedora a pesar de lo moderna. Suelo y paredes blancas, muebles de madera y un gran ventanal que daba una magnífica vista al mar.

Pero solo había una enorme cama de sábanas blancas... ¡Una!

Agus me miró y señaló la cama.

—¿Y tú? —señaló la cama nuevamente como si fuera algo más que evidente.

—Oh, no. No no no, olvidalo. Me niego a compartir la cama contigo. Inventale cualquier cosa a Martina. Yo... yo prefiero dormir con Nicole.

—¿Y arriesgarme a que Martina me encuentre sin mi novia aquí? No, tú olvidate de eso Carolina. Dormiras aquí.—subió su maleta a la cama.— Ah, y no temas, no tengo ni las ganas ni la intención de tocar a mi hermanastra impuesta.

Por la cara de asco que puso, le creí. Pero no me preocupaba él en cuestión. Me preocupaba que mi integridad física se viera quebrantada ante un cuerpo musculoso tumbado a mi lado.

¿Y si volvía a soñar con él?

¿Y si me despertaba y...

¡Basta, Carolina!

Lo vi riéndose mientras sacaba pantalón corto de la maleta.

—¿De que te ríes?

—Nicole es lesbiana.

***

Una hora más tarde ya cambiados acorde a la ocación bajamos y tomados de la mano salimos al patio, aún me parecía extraño su mano caliente y fuerte sobre la mía, muy distinta a la de Jorge, pequeña y fría.

Allí estaban todos sus compañeros, futuros graduados, que eran al rededor de 17, jugando en la piscina, otros nadando y otros tomando el sol. Se encargó de presentarme a todos como su «hermosa novia» mientras me abrazaba con posesión y orgullo. Cada cuanto se volteaba hacia mi y me daba un tierno beso en los labios, entrelazaba sus manos con las mías acariciandolas o simplemente me sonreía.

Era gran actor, admití mordiendo mi labio inferior.

—¿Y a mi no me piensas presentar a esta preciosura?—dijo un hombre a su espalda. Nos giramos y el rodó los ojos al ver quien era.