[The Walking Dead] "La hija de Merle Dixon" (Carl Grimes y tu)

Epilogó.

Carl suspiró acariciando el cabello de Mathew, este estaba terminando de armar un pequeño rompecabezas que él le había traído. Lastimamente aun se sentía solo, que la presencia molesta pero agradable de Dixon no estuviera, era mucha carga pero tenía que soportarlo por los tres angelitos que le había dejado a él.

Michael: Papá. -Murmuró él ya no tan pequeño Michael, este ya tenía sus once años y era todo un hombresito, tal y como su madre amaba que fuera- Él hijo de Maggie esta acosando otra vez a mi pequeña.

Mathew: ¡Mátalo! -Grito haciendo que tanto su padre como hermano rieran, Mathew no era un niño tan inocente como aparentaba. A pesar de tener seis años y tantos meses, era todo un niño travieso pero también podía ser una dulzura.

Carl comenzó a reír para volver a acariciar el cabello de su hijo, luego suspiró para levantarse y mirar a ambos.

Carl: ¿Saben que día es hoy? -Preguntó con una gran sonrisa, Michael y Mathew se miraron entre si para luego chillar y salir corriendo- Niños...

Habían pasado cinco largos años desde la muerte de Dixon, su muerte efecto a todo el grupo. Tal vez no se llevaba con todos pero había salvado a todos en distintos tipos de momentos y ellos, la querían. Carl y Michael fueron los más afectados, Michael volvió a perder a otra madre y Carl...Perdió al amor de su vida, pero él fue fuerte y siguió adelante por sus tres hijos, tal vez no eran de sangre pero eran de corazón.

Abigail. Ella es quien más gano el corazón de Carl, cada día que pasaba ella se parecía más y más a su madre pero no tenía ningún parecido a Negan, por suerte.

Abigail: ¡Papá! -Grito corriendo a los brazos de su padre, esté reacciono para mirarla y sonreír para luego tomarla en brazos- ¿Iremos a ver a mamá? -Preguntó muy ansiosa, de por si, amaba a su madre.

Desde pequeña le enseñaron que su madre era una luchadora y que para mantenerla viva, ella debió de irse muy lejos, pero que ella la amaba. Abby era y es la niña de todos, tanto su abuelo como sus tíos la amaban, podría tener un carácter horrible en ocasiones pero era una niña tan dulce y que siempre hacía reír a todo el mundo.

El tiempo había pasado y el grupo de Rick se alojo en Alexandria, tuvieron que pasar por mucho para simplemente tener un tiempo de paz, perdieron muchas personas, demasiadas pero ellos siguieron, porque lo necesitaban por esos cuatro niños que hoy son la alegría de Alexandria.

Michael: ¡Estaba con el hijo de Maggie! -Grito apareciendo por el mismo camino que había venido su hermana, solo que él venía corriendo con Mathew- ¡Otra vez!

Carl: ¿Estás engañando a tu padre? -Preguntó curioso y haciendo que su hija infle sus mejillas con un pequeño tono carmesí que delataba su sonrojo- ¿Me vas a dejar, Abby?

Abigail: ¡Claro que no, idiota! -Grito abrazándose al cuello de Carl y haciendo que este, sonría. Amaba el hecho de tener algo que de verdad fuera de ___ pero odiaba el hecho de ya no tenerla cerca, las cosas no serían así si ella estuviera viva.

Carl: ¿Están listos? Iremos a ver a mamá. -Comentó sonriendo nuevamente, pero este día le partía el corazón. Cada cinco días ellos iban a ver a ___ Dixon, lloviera, hiciera calor o no, no importaba iban a visitarla y que ella viera el progreso de sus hijos y su novio.

Mire papá, este me sonrío de la misma forma que yo lo hice. Mamá se acerco a nosotros con una gran sonrisa, la que la caracterizaba de toda la vida. Por fin, nuevamente veremos a mis niños. La gran puerta marrón se abrió y yo fui la primera en correr hacía esa tumba que supuestamente "descansaba" mi cuerpo.

-¡Papá, mamá ahí vienen! -Grite realmente emocionada, amo el hecho de que ellos aun me recuerden a pesar del tiempo y que, sobre todo, me hallan buscado para enterrarme en este lugar, Alexandria- Niños, Carl. -Solloce mirando como los cuatros venían jugando y riendo.