DIFERENTES (Completada)

32.

La cena me resulta muy divertida, lo paso muy bien, ya que a mis padres se les ocurre poner musica (que les parece moderna) y todos bailamos sin importarnos nada, a parte de nuestro super baile. Acabo sudando, he bailado mucho. Casi cada miembro de la familia a traído un regalo y un plato de comida, aunque no fuese necesario. Todos me han hecho probar cada uno de los platos, por lo que ahora mismo me siento como una bola de grasa andante.

— ¡Hora de los regalos! —grita mi primo, emocionado.

Se forma una fila delante de la silla donde me siento. El primero en darme un regalo es mi primo.
Me acerca un paquete, y al tocarlo esta blando. <<Ropa>> pienso.
Lo abro, y efectivamente, es un jersey morado con manchas de lila flojo.

— ¡Me encanta! —digo, y lo abrazo.

Los siguientes son mis tíos por parte de madre quienes me dan dinero para que compre lo que quiera. Si, no lo compran directamente ya que ellos mismos dicen que ya dejaron de saber sobre mis gustos hace tiempo, y que he ido cambiando. Para acertar, llevan un par de años dándome el dinero.
Después se acercan a mi mis tíos por parte de padre, y me dan una caja cubierta con papel con dibujos de Mickey Mouse.

Con todo mi dolor, rompo el papel y abro la caja.
Dentro hay otra caja, en la que pone: kit para pintarte las uñas.

Los miro, intentando aguantar la risa.

— ¡Que chulo! —digo, quizás si me hace falta, soy muy torpe.

Sonrientes, se alejan, y aprovechan mis dos primos mayores para ponerse donde estaban sus padres.

— A ver... —digo.

Rompo un poco el papel por los lados, y saco lo que tiene dentro. Me sorprendo, me han comprado unos pantalones negros, rotos por las rodillas, que acompañan a una sudadera en la que hay escrita: if you're a boy don't come around.
Sonrío.

— Que tontos sois.

— ¿Te ha gustado? —dice el más alto.

— Si, mucho.

— ¡Pues a sido mi idea! —grita su hermano.

— ¡Que mentiroso! ¡Se me ocurrió a mi primero!

— El que miente eres tú, ¡ya sabes que las buenas ideas siempre son mías! —discuten, a la vez que se van alejando.

Y por último, se acerca mamá a mi lado, muy sonriente. Pone su mano sobre la mía, y deja caer algo sobre ella. Con mi otra mano lo tapa.
Se acerca mi oído, y misteriosa, me susurra:

— Créeme, lo necesitarás. —y se aleja.

Si que le gusta dejar con la intriga, pero no, no esperaré a que termine la fiesta para ver lo que es.
La intriga me mata.
Quito la mano que me impide saber el regalo de mi madre, dejándolo al descubierto. Y no puedo hacer otra cosa, que estallar a carcajadas. Río tanto, que hasta tengo que quitar la lagrimilla de mi rostro. En serio, ¿mamá?

¿Un spray de pimienta?

Y después me llaman psicopata.... bueno, a quien engaño. Me muero de ganas de usarlo contra alguien.

Hola!
Casi 1K leídos😳
sé que los capítulos son cortitos, lo sé. Peeeero son diarios!
Mil gracias por el apoyo a la novela. Lo pillais? Mil, de mil leídos, jaja. Que graciosa. Vale no.
Nos leemos mañana❣️