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– Y... ¡Ya hemos llegado!

Miro el lugar con detalle. Hemos parado en el aparcamiento justo en frente de un edificio en el que hay escrito: Pizzas diferentes.
El letrero debe tener hasta luces que brillan por la noche, pero con la luz del sol no puedo distinguirlo.

– Wow...

– ¿Te gusta? –dice esperanzado.

– Me gusta, ¿pero antes tendremos que probarlas no?

– Aha.

Nos acercamos al pequeño local, y yo ya empiezo a sentirme un poco mejor. Aunque no me haya podido sacar de la cabeza a Max ni a Harvey, ahora siento que no me importa tanto.
Abre la puerta, e imitando a un caballero deja que yo pase primera. Me asombra el ambiente, esta todo decorado y ambientado en Halloween. El techo esta lleno de telarañas falsas y de alguna cuelga algun murcielago. Por el suelo hay varias calabazas.
De fondo, suena una cancion que ahora mismo no recuerdo el titulo.

Y ya no se que hacer, si apagar el sol para encender tu amanecer, aprender a hablar frances...

Un camarero apuesto se acerca a nosotros, y nos lleva a la mesa del fondo a la derecha. Sonriente, nos da el menu, que me sorprende nada más leer la primera opción.
La primera pizza del menu es de: frankfurt, bacon, huevo duro, queso y tomate.
La segunda me sorprende aun mas:
Doritos, salsa picante, jamon serrano, queso y tomate.
La tercera de 15 pizzas contiene:
Huevo frito, chorizo, piña, tomate y queso.

— Wow.... que raras son.

— Y que lo digas, parecen raras pero están buenísimas. ¿Cuales quieres?

— Mm... —leo las demás combinaciones, igual de raras, pero ninguna me convence lo suficiente. —creo que pediré.... la segunda.

— Bueno.... yo la numero diez.

— Perfecto. —dice el camarero, apuntándolo en su pequeña libreta.— ¿algo de beber?

— Si. —me mira papá.

— Yo una Coca-Cola.

— Que sean dos.

— Muy bien. Ahora mismo se lo traemos.

— Gracias. —digo, mientras el se aleja.
***

Mi padre se a levantado varías veces a hablar con los camareros, me dice que no es nada importante, que acabe de comer. Las pizzas son tan grandes, que me dejo media, y él un cuarto sin comer. Me lavo la boca con la servilleta, cuando la música cambia radicalmente y empieza a sonar: cumpleaños feliz.

No.
No puede ser.

Abro los ojos más de lo normal y miro a mi padre, quien aplaude y canta. Y entonces, lo que me faltaba. El camarero entra con un pastel de chocolate, cantando también. Toda la gente que está comiendo empieza a cantar también, animados. El chico se acerca a mi mesa y deja el pastel en ella.
La canción parece interminable, y cuando por fin termina, todos aplauden. Noto mis mejillas ardientes, y lo único que hago es sonreír.

— ¡Felicidades! —dice, y va a atender a otros clientes a otra mesa.

— ¿Te a gustado mi sorpresa? —sonríe papá enseñando sus blancos dientes.

— Que vergüenza.... —me tapo la cara con las manos.

En verdad me a divertido, pero lo he pasado mal.

Terminamos de comer el pastel, que por cierto estaba muy bueno, y salimos del local, yo aún con la cabeza baja.
Cada vez que voy a un sitio con mi padre y volvemos nos recuerdan. A saber porque. ¿Ironía? Que va.

Hola! Antes de nada, feliz Halloween, y si vais a salir tened cuidado con los payasos pesados esos😒
He pensado, como la semana pasada respondisteis más de los que pensaba, podríamos hacer eso cada domingo e ir viendo cuál de los dos gemelos os conquista e.e

El domingo, ganó #TeamMax👏🏼

Muchas gracias por el apoyo a la novela, nos vemos mañana ❣️

DIFERENTES (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora