DIFERENTES (Completada)

43.

Harvey: no te creerás lo que me pasó el miércoles.

Yo: que miércoles?

Harvey: ayer! Que no sabes cuando vives?

Yo: cuando? Si, se que vivo ahora.

Harvey: ja
Ja
Ja

Yo: ...

Harvey: me parto.

Yo: ...

Harvey: en fin... intentaron... no se como decirlo. Entraron a mi habitación y alguien intentó...

Yo: sacarte información?

Harvey: eh... si, algo así. Y tú como lo sabes?

No dejo de hacer ruidos con el pie, dando pequeños golpes en el suelo. Con la mano que no cojo el móvil me muerdo las uñas. ¿Y ahora que le digo? Si es que soy tonta. No debería haber dicho nada, ni haber leído el mensaje, ni haber encendido el teléfono.

Es más, debería estar haciendo los deberes de castellano.

Harvey: veo que ahora me dejas en visto...

¡No! Pero no sé que contestar. Oh, por favor. No me digas que ahora se está enfadando conmigo. Vale, aún estoy a tiempo de arreglarlo. Piensa... una excusa. Te espío por la ventana. No. Soy yo la que hizo un fracasado intento de forzarte. No. Eh... primero cuéntame lo de Max. No, ¡tampoco!

Yo: ccasualiddad. Ess decir,,, te escuchee inttentar griiitar

Estoy temblando de lo nerviosa que me he puesto, así que varias letras están repetidas. Cuando termino de escribir me doy cuenta del error, pero no quiero volver a escribirlo. Me haría pasarlo mal, otra vez. Con la mano aún temblando, le doy a <<Enviar>> y espero impaciente su respuesta.

<<Por favor, que sea más tonto de lo que pienso y se lo trague, por favor.>> repito en mi mente constantemente.

Harvey: hahah, y porque no me ayudaste? Mala gentee...

Suspiro, aliviada. Parece habérselo tomado a broma.
Ya sin temblar, le envió mi respuesta, que son emoticonos riendo. Antes de que pueda decir nada o preguntarme más sobre el tema, le envío un último mensaje en el que me despido, diciendo que voy a hacer deberes. Por suerte, no parece sospechar, o eso me pienso, ya que no he podido ver sus reacciones.

Oh, ya me estoy estresando.
Si, será mejor que coja un bolígrafo y empiece.
***

Viernes. El mejor día de la semana, si no fuese porque tengo una prueba oral de francés. Tenemos que recitar un largo poema delante de toda la clase.

Varias personas son llamadas por Kate, nuestra profesora en esta asignatura.
Me he fijado en la forma de recitar de Harvey. Parecía tranquilo, como si lo estuviera recitando delante de su madre. Incluso, no le he visto hacer ninguna vez ese tic que tiene con la gorra o el gorro que lleva.  Al contrario que los demás alumnos, el no se ha trabado ni un poco al hablar. Con calma y una preciosa pronunciación, ha terminado y se ha sentado en su sitio, detrás de el mío.

Estoy tan asombrada que he tenido que llevar mi mano hacia mi mentón para cerrar la boca. Después de eso, daré toda la pena. <<Al menos espero que no me toque justo después de...>>

– Sam. Egues la siguiente. –Kate interrumpe mis pensamientos, mezclando el francés con el español en la misma frase.

Después de lamentarme interiormente, me levanto y ando hasta el centro de la clase, delante de la pizarra.

– J-je ecoute une chanson... –empiezo a recitar. Sin quererlo, me trabo en alguna frase, pero no es nada que pueda hacerme suspender. Y al final, en la última frase, después de a penas haberme equivocado... se me olvida. Se me olvida lo que debo decir. –ah... eh...

Todo mi cuerpo empieza a temblar y cada vez estoy más nerviosa. Durante pocos segundos cierro los ojos, buscando ayuda. Al ver que no funciona, miro al techo, pero claro, ahí no está escrita la parte que me falta. Desesperada, miro a los alumnos, que tienen la mirada fija en mi. Algunos, incluso han empezado a susurrar cosas.

Entre todo el caos, diviso con la mirada unas manos, que sujetan una hoja que se mueve frenéticamente. Pongo mi atención en el. Para mi sorpresa, es Harvey quien sujeta la hoja. Hago una mueca para decirle que no puedo leerlo desde aquí. Cuando capta el mensaje, asiente con la cabeza y empieza a mover los labios, recitando.

Cuando termina, recuerdo toda la frase que me faltaba, y la digo bien alto.

– et je dancer. –miro a la profesora, que asiente en signo de afirmación.

Aliviada, dejo ir todo ese aire que había estado aguantando, en un suspiro. Me siento, y lo primero que hago es girarme hacia mi salvador. Nuestras miradas coinciden.

– Muchas gracias enserio. –digo.

– No es nada. –se rasca la nuca– te ha salido muy bien.

– Pff... comparado con tu pronunciación y lo fluido que lo has dicho... –juego con el lápiz que tiene en su mesa.

– ¡Que lo has hecho muy bien! –insiste, poniendo su mano sobre la mía.

En otras situaciones, me hubiese tomado ese gesto como algo más, pero ahora sé que es una simple manera de demostrarme apoyo, y se lo agradezco plenamente.

Ambos nos miramos, sonriendo. Quizás tener un vecino misterioso... tiene alguna parte buena.
Quizás.

Hola!
Buenas noches🌙 😴
He disfrutado bastante escribiendo este capítulo, y me ha parecido en parte tierno.

Nos leemos pronto❣️