33.

247 30 4
                                    

— Buenos días.... —susurra alguien.

Estoy estirada en la cama, tapada con las sabanas hasta el cuello, calentita. Esta noche a hecho un frío horrible. Estoy en la pose de... feto. Si, con las piernas dobladas y... bueno, ya sabéis a qué posición me refiero. Solo me pongo así cuando tiemblo. O de frío, o de miedo.

— Buenos días.... —insiste esa persona.

Frunzo el ceño, y abro un poco los dos ojos.

— No son buenos días.... —digo, indignada a mamá.

— ¿Porque no? ¡Pero si es lunes!

— Ahí tienes la respuesta. —digo, mientras ella sale de la habitación, dejándome privacidad para cambiarme.

Lunes, otra vez. Parece mentira, que rápido pasa el tiempo. Para mi, fue ayer cuando me enteré de que Marsh decidió irse, y me choqué con un chico que conoce a un tal Max....
Y es triste que después de tanto tiempo sigo sin descubrir quién es. Eso sí, la opción de el perro está descartada. O es un perro que no sale a pasear, está mudo y es invisible.

Bostezo. Pensando todo eso, ya me he vestido y he hecho todo lo demás. Si, pienso muy lenta.
***

— Por lo tanto, si lo multiplicáis por la raíz cuadrada del área del polígono, y le sumáis el radio, os dará el resultado que tenéis que multiplicar por el número pi. —dice la profesora de matemáticas.

Todos asienten con la cabeza, pareciendo entenderlo a la perfección, como quien aprende a abrir una puerta. Claro, todos menos Alba y yo. Nos miramos a la vez y nos encogemos de hombros alzando las cejas.

— ¿Podrías repetirlo? —pido, alzando la mano.

— ¡Pero si lo a repetido mil veces! —grita alguien al fondo de clase.

— Sam va de listo y guapo y no es ni la uno ni la otro. —ríe otro, pero no me ofende. Es un chico extranjero, que a repetido curso y lo pusieron en mi clase. ¿Porque no me ofendo? Ni siquiera sabe conjugar adjetivos como tonta o tonto, listo o lista. Y ahora me habla así porque no río de sus gracias, pero ya ves tú lo que me interesa.

— Pues debes estar ciego. —dice la profesora— ¿pero sabes lo que vas a ver bien? Como te hago la hoja que te expulsa del instituto.

La clase se llena de <<uoooo>> y yo no puedo hacer otra cosa que sonreír. Como amo el karma instantáneo.
El chico le suplica que no, que el no me a dicho nada que no sea verdad, y eso solo hace que la profesora se enfade aún más y lo eche, aún más rápido.
La gente de la clase aprovecha y empieza a hablar. En poco tiempo, acabo de montarla por una sola pregunta.

Todos se han levantado de sus mesas ya que la profesora lo ha acompañado a la sala de expulsados, donde le echarán del todo. La gente calla cuando una chica avisa que la profesora vuelve, tal y como en primaria. Rápidamente se sientan en sus sitios, haciendo que escriben.

— Bien... ¿alguna pregunta? —dice la profesora, y se aparta el pelo de la cara.

— Eh.... ¿podrías repetir el ejercicio de antes?

Holaa! Ya son 1K leídos!

Este capítulo está inspirado en algo que me a pasado hoy, solo que a él no le han expulsado, pero si le han puesto un parte verde (hoja de incidencias verde. Tres partes verdes son uno amarillo. Y tres amarillos una expulsión del centro).

Tengo una pregunta, ¿os a pasado algo parecido? ¿Que alguien os vacile? ¿Y si es así como reaccionasteis? Necesito consejo😅

Nos leemos mañana, gracias por el apoyo a la novela❣️(mañana toca dosis del misterio de Max😏).

DIFERENTES (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora