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Volvemos en autocar. Hemos dicho de quedar con ese grupito otra vez, pues nos hemos caído bien unos a otros. Alguna vez quiero venir también con Alba, me ha dicho que las cosas con su novio no van muy bien.

— ¿Crees que se enfadarán? –pregunto.

— Bueno... teniendo en cuenta que hemos bebido, hemos estado horas por ahí dando vueltas, que son las 11, llevamos todo el día sin dar señales de vida y no hemos llevado el móvil... puede ser.

Resoplo. Todo está bien hasta que llega el momento de las consecuencias. Ahí, ya nada es tan divertido.
***

Bajamos del vehículo, y me fijo en casa. Las luces están encendidas, y por suerte los gritos ya no se escuchan. En casa de Harvey las luces están todas apagadas, y hay una silueta de chico esperando en el porche, apoyado a la madera y con las manos en los bolsillos.
Achino los ojos, intentando averiguar quién es. ¿Será Max? Los achino un poco más, pero eso solo me sirve para cerrarlos del todo. Que patética me veo.
Nos despedimos, y cada uno anda hacia su casa. Al llegar a mi puerta, echo un ultimo vistazo a la casa de mi vecino. La luz de mi casa los alumbra un poco, pero no lo suficiente como para verles la cara. Veo que al llegar a donde está la silueta, se abrazan hacen algo raro con el puño y uno de ellos entra a casa.
El otro me saluda de manera timida con la mano, cosa que devuelvo, y despues ambos entramos.

Es escuchar como la puerta de su casa se cierra, que los gritos empiezan. Lo primero en lo que me fijo de mi casa, es en mi madre. Esta en el sofa estirada, la television esta encendida y esta tapada con una manta. Debe estar en el quinto sueño.

Pienso en despertarla para decirle que ya estoy aqui, pero me da pena, verla tan acurrucada y comoda. Esta situacion me causa ternura, mi madre, la persona que siempre ha cuidado de mi, me llevaba a la cama si me quedaba dormida en el sofa, y ha estado conmigo cuando ninguna amiga lo estaba. Ahi esta, dormidita.
Opto por apagar la television. Me acerco a ella, me agacho y la beso en la frente. Le tapo un poco mas con la manta y apago la luz del comedor, directa a mi habitacion.

Subo las escaleras, intentando no hacer mucho ruido a cada paso que doy. Hago una mueca de culpabilidad cuando suena un crujido de la madera.
Por suerte ya es el ultimo escalon, asi que no sufrire mas.
Me sorprendo al ver la luz de mi habitacion encendida y la puerta abierta.
Me asomo curiosa, y veo a mi hermano ahi, tirado en el sofa apoyado con el codo. Me mira impaciente, como si supiese de donde y vengo en que momento.

Me espera un interrogatorio poco apetecible.

DIFERENTES (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora