51. PENULTIMO

236 27 11
                                    

Nos plantamos delante de la casa. No literalmente, claro.

– Y bien... como piensas hacer esto, ¿rubio? –pregunta el pelirrojo, no muy seguro de esto.

– Bueno, Marcos me dio varios trucos para joder a alguien así que...

Cuando escucho el nombre, me giro y lo miro. El, me devuelve la mirada y sonríe. Con que Marcos... el me dijo que no conocía mucha gente, y que de amistades tampoco era un experto. ¿Tiene mi hermano otra vida o algo así?

– ...así que se lo que me hago. Bueno, empezamos. Las chicas, escondeos en esos arbustos. Los chicos, seguidme. –ordena.

– Y por que las chicas tenemos la parte más fácil, ¿eh? –se queja la chica rubia.

– Por que no quiero que mis damiselas sean dañadas. –lo miramos, no muy convencidas– además, créeme, que lo que tendréis que hacer vosotras será más divertido. –le guiña un ojo.

– Más te vale... –amenaza ella, casi en un susurro.

Juntas, en plan *squad, caminamos naturalmente hasta la mediana parte del jardín. Ahí, encontramos varios arbustos llenos de rosas rojas, blancas, y rosas. O eso creo, ya que con la poca luz que hay a penas puedo verlo. Chequeo la hora, y me alivia ver que solo son las 9:54. Mi hermano me mata si vuelvo después de las once.

Nos quedamos en el césped, muertas de frío esperando la señal que nos dirá cuando hay que tirar los huevos que nos han dado, antes de irse. Muy lista de mi, no llevo chaqueta. Me doy cuenta y lo único que puedo hacer, es lamentarme, insultarme a mi misma, y obligar a Alba a que me abrace.

Seguimos sin hacer nada, hasta que escuchamos una bocina que emite un sonido fuerte y agudo. No mentiría si dijese que es lo más molesto que he escuchado nunca, a parte de mi hermano cantando.

– ¡Vamos! –nos ordena la morena, con un tono de voz serio.

Nos levantamos todas, casi a la vez. Digo casi, porque yo me tropiezo con una piedra y casi caigo. Juntas, susurramos <<uno, dos.... tres!>> y lanzamos los huevos a las ventanas.
Se escuchan risas masculinas, para después ver aparecer la silueta de esos tontos.

Los chicos se reúnen con nosotras, aún riendo.

– Flynn, ¡llamaré a la puta policía! –se asoma alguien por la puerta de entrada.

Las risas se esfuman y se transforman en un gran silencio. Incluso los pájaros que cantaban alegres, han cerrado el pico.
Alba me dedica una mirada aterrorizada, y yo hago lo mismo. Con los labios, me susurra algo.

– A la de tres sales corriendo.

Asiento, lentamente, mientras me preparo para salir corriendo.

– ¡Tres! –grita inesperadamente, mi amiga, y salimos corriendo hacia la discoteca.

Antes de irme, como persona educada que me criaron, grito:

– Nos volveremos a ver, ¡morena!
***

Cuatro. Quizás cinco chupitos. No sé, perdí la cuenta en el décimo. Oh, mira, una mariposa. Ah, no, es Alba intentando bailar twerk. Ni siquiera puedo pensar con claridad, y me duele mucho la cabeza.
Después de huir, entramos a la discoteca, y lo último que recuerdo, es bailar salsa y beber. Beber mucho. Casi nunca me emborracho, por lo que con un par de chupitos ya estoy... medio drogada. Todo me da vueltas.
Diviso la silueta de mi amiga dirigiéndose a mi, y sentándose en la barra en frente mío.

– Tia. –alarga mucho las vocales, cuando habla– creo que deberíamos irnos.

– Si. ¿Cuando pasa un autocar a nuestro pueblo? –reviso mi voz, repitiéndola en mi mente. No sé porque, pero arrastro las palabras– eh! Pooor queee hablooo asiiii–me quejo, imitándome a mi misma.

– NoooOOO lo sé. –responde ella, que ha sacado el móvil y está buscando los horarios.

Cuando me los enseña, a penas puedo leer, pero por lo poco que veo, pasara un autobús... ya mismo.
***

Cómo podemos, nos levantamos del asiento y bajamos del vehículo. Hemos quedado de dormir en mi casa, ya que ella no es capaz de llegar a la suya. Tenemos una pinta tan patética andando una rodeando con el brazo los hombros y tambaleándonos...

Estoy metida en mis pensamientos, y de repente choco con alguien, con los brazos cruzados.

– ¿Que hacéis? –pregunta molesta esa voz masculina.

– Oh, mira. El estúpido innombrable. –ríe Alba, para después seguir caminando sin mi.

Veo que abre la boca, seguramente Scott le haya dicho lo que ha pasado, ya que juraría que el entró en la discoteca detrás nuestro. Y no estoy para sermones.

– No me regañes. Tú haces tus decisiones, yo las mías. Si decides liarte con la peliteñida esa me parece perfecto. Si yo decido beber, debe parecerte perfecto. –vuelve a hacer un ademán de hablar, pero lo interrumpo otra vez– no, el daño ya está hecho.

Y tras decir eso, sin arrastrar las palabras ni una vez, entro a casa, y me voy a la habitación con Alba, directamente a dormir.
***

Wo. Wo. Wo.

¿Que mierda pasó ayer? No consigo recordar un mínimo detalle. Lo único que recuerdo es que debo llamar a...

– ¿Harvey?

– ¿Sam? –pregunta a través de la línea– oh, dios, estaba tan preocupado por ti, y...

– No me hables de nada, sólo quiero saber lo que me pasó ayer. –respondo secamente.

– Oh... ni idea. Lo que se es que viniste muy, muy borracha.

– Oh Dios mío... –me lamento, para después colgar.

Durante todo el tiempo que Alba está durmiendo, reflexionó. He ahogado mis problemas con Harvey, con el alcohol, inconscientemente. Pensé que solo era diversión, pero el verdadero motivo de haber hecho eso ha sido Harvey. El, y sus malditos misterios.

Esto solo ha hecho que me enfade aún más con el.

Penúltimo capítulo.
*Squad: algo como una pandilla, un grupito de divas o divos. Un equipo. Por eso lo de "squad goals".

Queréis que suba el último mañana?❣️ o el martes?

DIFERENTES (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora