Debería estar feliz, mi mejor amiga de secundaria haría un espacio en su ocupada agenda de estudiante de música del mejor conservatorio de Londres sólo para venir a verme a mí. Además, aún quedaba una semana para comenzar el semestre en la universidad, por lo que tenía todo el tiempo necesario para estar con ella. Podía quedarse en mi habitación, ya que Lily, mi compañera de cuarto, estaría todavía en casa de sus padres en Arizona y me había dicho que no tenía ningún problema con que Chris durmiera en su cama mientras tanto.
En realidad, sí, la extrañaba mucho, Christina era la persona que más me conocía en la escuela, la que más me entendía, a pesar de lo distintas que éramos. Ella era perfecta, la mejor alumna de la clase, simpática, extrovertida e inteligente, pero por lejos su mejor cualidad era su honestidad. Estando con ella me sentía bien porque sabía que era real, ella no necesitaba fingir.
Aunque a veces tanta perfección me hacía sentir pequeña.
Siempre pensé que Chris era mejor que yo en todo, pero resultó ser que solamente teníamos otros intereses y talentos. Yo era de quedarme leyendo en casa los sábados por la noche, o viendo una película en Netflix. Nunca fui una chica de fiestas, aunque tampoco era antisocial, es sólo que no me agradaba estar en ningún lugar en que se me hiciera difícil escuchar mis propios pensamientos, y las fiestas con música retumbante y chicos buscando carne fresca ,y ojalá alcoholizada, no eran para nada lo mío.
Chris, en cambio, era perfecta en todas las materias de la escuela, pero además iba a clases de piano en el conservatorio de Nueva York después de clases, esto la introdujo en el mundo de los músicos, que eran muy abiertos de mente y liberales, y Chris encajó perfecto en ese ambiente bohemio. Ella tocaba el piano como los dioses, siempre le pedían que interpretara alguna pieza en las ceremonias de la escuela, ya sea graduaciones, premiaciones, etc. Y créanme cuando digo que a nadie le molestaba. A todo el mundo le agrada Christina, yo era su sombra en la escuela, pero a mí no me molestaba. Nunca me entusiasmó mucho ser el centro de atención.
Mis mejores recuerdos en la escuela eran con ella. Todo era perfecto, hasta el último año de secundaria. Eso era lo que más me incomodaba, en parte sentía que Chris venía a chequear que estuviera todo bien conmigo, que no perdiera mi camino, como si fuera una niña pequeña. Ella venía a ver que no estuviera pasando nada como lo que sucedió ese año.
El vuelo de Chris ya había arribado y la gente comenzaba a salir de la sala de desembarque. Yo esperaba a mi amiga con un globo de helio que decía "Bienvenida" y una barra de Toblerone en la mano, su chocolate favorito.
En seguida la reconocí. Chris caminaba confiada, arrastrando su maleta de rueditas detrás de ella, ondeando su rubia cabellera de lado a lado, segura de cada paso que daba. Bueno, con ese aspecto quién no lo haría. Tenía el cabello largo y liso, le llegaba hasta el final de la espalda, como si apuntara hacia su perfecto trasero. Sus ojos eran de un azul profundo que hipnotizaba a cualquiera, lo que usaba mucho a su favor, y su mirada era cómplice, daba la sensación de que siempre estuviera planeando algo. Su nariz era perfectamente respingada y su sonrisa era muy natural y relajada. Esa combinación le agradaba a todo el mundo, Chris podía tener a cualquier chico que quisiera en un abrir y cerrar de ojos. Cuando sus ojos me encontraron una sonrisa genuina apareció su rostro y fue directo a abrazarme.
–Estaba deseando un Toblerone, eres la única persona en el mundo que siempre recuerda mis caprichos–dijo separando nuestro abrazo para tomar el chocolate que le ofrecía.
–Lo sé Chris, me extrañabas, ¿no? – respondí sonriendo.
–No sabes cuánto, amiga –volvió a envolverme en fuerte y rápido abrazo que yo le respondí- en Londres nadie me cambia una noche de tragos por un libro viejo–. Ah, Christina y su sarcasmo. Comenzamos a caminar hacia la salida del aeropuerto.
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Maldito destino
RomanceMailen es una chica que ha pasado por momentos difíciles, y está dispuesta a hacer cualquier cosa para que su pasado permanezca en secreto. Sin embargo, el destino tiene preparado para ella un camino lleno de baches y de sorpresas que le harán todo...