Había pasado una semana desde el funeral de mi padre y no me sentía bien, pero estaba mejor.
Mi madre en cambio no salía de su habitación, dormía abrazada a una camisa de mi padre y lloraba desconsoladamente día y noche. Mi padre no le había contado la verdad, ella creía lo que la policía le había contado: estaba en el medio de un fuego cruzado. Es decir, en el momento y lugar equivocados.Mi hermano parecía haberlo aceptado mucho mejor que yo, estaba como si hubiera muerto hace un año, se había centrado en la venganza y había sacado de su mente todo lo demás, lo que no sé si realmente es sano.
Estábamos en la casa de Ángel pero él no estaba; "tengo que seguir con la farsa, Hel", es lo que había dicho antes de irse. ¿Sinceramente? No sé si aguantaré mucho tiempo más viéndolo ser su títere antes de empezar a odiarlo.
-¿Entonces tenéis claro el plan?-Preguntó Julio y me miró. ¿Qué pasa que por ser chica tardo más en pillar un plan malvado? Bah, hombres.
Todos asentimos y yo me quedé mirando a Julio, él seguía hablando mientras señalaba el plano del almacén que estaba sobre la mesa y que Ángel había conseguido. Estaba repitiendo por quinta vez el plan pero yo ya me lo sabía de memoria. Lo que me había hecho mirarlo tan directamente era el cambio que había sufrido. En un principio él no quería ser un asesino a sueldo, siempre proponía ideas para no tener que matar a nadie pero al final siempre lo ignoraban, ese no era su trabajo. Les pagaban por matar y es lo que debían hacer. Pero ahora...ya no era ese chico inseguro que odiaba su trabajo, al cual había accedido por saldar una deuda moral con Ángel por salvarle la vida, ahora estaba decidido a matar, decidido a acabar con la vida del hombre que nos había hecho tantísimo daño. Me pregunto si Baggio tiene algo que ver con la deuda con Ángel...
-¿Hélade?-Mi mejor amigo me llamó, al parecer llevaba un buen rato haciéndolo.
-¿Qué pasa?
-Tenemos que irnos. Debemos descansar para esta noche.
-Si, claro.-Dije. El plan se llevaría a cabo esta noche, por lo que contaríamos con el factor sorpresa, ¿Quién pensaría que atacaríamos una semana después del funeral? Espero que Baggio no.
El día pasó muy despacio, debería estar durmiendo para estar fresca por la noche, pero no puedo. La adrenalina empieza a inundar mis venas y me impide dormir, en cuanto cierro los ojos solo me imagino a Baggio siendo atravesado con una espada, con cuatro balazos en el pecho y varias muertes violentas más. Quizás me esté volviendo loca, obsesionada con su muerte, pero quiero, no, necesito que pague por todo lo que ha hecho. Y esta noche lo hará, esta noche será el final de los días de vida de Giovani Baggio.
A la hora de la cena alguien vino a llamar a mi puerta, me incorporé.
-Pasa.-Propuse, y la cabeza de Xavier se vio entre la puerta abierta y la pared.
-Tengo que decirte algo, ¿podemos hablar?-Fruncí el ceño y asentí. El moreno entró y cerró la puerta para posteriormente girarse hacia mí y suspirar.
-¿Qué pasa?
-¿Recuerdas nuestra primera conversación?
-¿La de Doraemon?-Sonreí, él asintió.-¿Qué pasa con ella?
-Por ese entonces te odiaba, creía que alejarías a Ángel de nosotros, creía que estropearías nuestra relación. Creí que al enamorar a Ángel jugarías con él y luego lo dejarías, logrando que se volviera loco o algo así. Pensé que romperías a mi amigo y que acabarías con todo esto.-Señaló la habitación, globalizando la relación con todos sus amigos.
-¿Y no lo he hecho? He dejado a Ángel, Xavi.-Reconocí, pero él no se asombró. Ya lo sabía. Sonrió con ternura y se sentó a mi lado, en la cama. Nuestras miradas se cruzaron y sentí una confianza que nunca había sentido con él.
![](https://img.wattpad.com/cover/80505893-288-k918857.jpg)
ESTÁS LEYENDO
~Ángel~
Romansa-Eres el diablo con un nombre irónico.-Me burlé mientras él mordía mi cuello haciéndome suspirar. Noté su sonrisa y sonreí. -Tú me diste permiso para introducirte en mi infierno, no te arrepientas.-Dijo segundos antes de besar con avidez mis labios...