con una tormenta dentro (de mi)

blanco y oscuro

Volutas de humo producidas por la velocidad de nuestro amor.
Suspiros helados pero que tienen ardor.
Manos que viajan por el camino de lo prohibido, labios que besan cuerpos con destellos.
Aguas violáceas que rigen océanos de pureza, olas estáticas que purifican el alma.
Caminos interminables hechos de zafiros, atmósfera de gases ácidos que provocan delirios y ríos de líquido espeso que corren en vilo.
Blancos vestidos despampanante están cubiertos de lágrimas, rosas rojas marchitas y podridas. Manos cortadas y goteando.
Chica de hierro y metal que con una pluma gris comienza de nuevo a volar. Su pelaje de flores no se marchitara y gracias a ella una nueva era comenzará.
Horizontes perdidos, deseando encontrarse, de un azul muy intenso, que resucitan a los muertos. Miradas largas y perfiladas, soles de nubes y de colores.
Espacios vacíos, espacio sin fin, nosotros dos. Distancia que mata, tu orgullo me hace insana y tu ignorancia me desarma. Ni lo más doloroso se compara con tu fría mirada.
Él, blanco y oscuro, me espera sentado en otro mundo.