con una tormenta dentro (de mi)

no me ames con odio

Me vas consumiendo,
poco a poco,
como un cigarrillo
y necesito que pares
por favor te lo pido.
Dices que me amas
pero aún me lastimas,
dices que me quieres ver
pero nunca volvés.
Ignorada y plantada,
toda la noche te esperé
en nuestra cama.
Al final volviste,
cansado y desgastado
y te pregunté
con quien anduviste.
No me supiste responder
y sonreíste como si
fuera un chiste.
Pero estoy cansada
de ti y tus dolorosos juegos,
aquellos a los que
me acostumbre
y de los que no
tengo miedo.
Me harté de ti,
de hacerme quedar
siempre como una débil
y sumisa,
esa que siempre
espera a su chico
para que le de
lo que ella necesita.
Así que adiós,
no me supiste valorar
lo que soy
y siempre
preferiste amar
a alguien más.
Lo siento corazón,
pero yo no soy una
más de tu lista
para hacerle dolor
y no el amor.