con una tormenta dentro (de mi)

puertas que atan

Te hice poesía
sabiendo que
no valías ni
una rima.
Te escribí los poemas
mas tristes y
ahora me arrepiento
porque nunca los
leíste
(ni siquiera alguna
vez me viste).
Y te lloré,
y te lloré,
y extrañé.
¡Ah! Si yo
te habré extrañado,
si te habré necesitado.
Pero te creí
tan especial,
te imaginé
y te idealice.
Después de todo
me di cuenta
que no mereces
ni una lágrima,
ni el deseo de querer
irme ya que me
rompiste.
Tantas veces me
destrozaste,
y ya no necesito
mas de las
emociones que
alguna vez me
causaste.
Te di mi cielo
y mi mundo,
te di lo que más
yo quería
[te di hasta mi
corazón]
sabiendo que para
vos yo no existía.
Y deseo con todas
mis fuerzas no
cruzarte más y
pasar por tus
dolorosas puertas.