Hoy salí y me acordé de ti. El frío
calaba por mis huesos, entrando a
mi pecho y llegando a mis sesos.
Vaho salía cuando hablaba y el sol
no calentaba. Caminé algunas
cuadras, entre a muchas librerías
y me agradó el olor a libro viejo
que me da tanto consuelo.Horas pasaron y yo me quedé
mirando las almas escritas
en el papel como la tuya y la mía.
Decidí salir pues ya cerraban y
caminé lo que me restaba de la
cuadra. Con un café me crucé, el
olor me trajo recuerdos y tú
estabas ahí.De espaldas en nuestra cocina, preparabas el café que yo tanto
quería. Tu sonrisa mañanera, tus
ojos somnolientos y tu cabello
despeinado pero me sujetabas la
mano, junto con tu frío café y me
prometiste que ibas a volver. La
lágrima que cayó de mi interior fue
como una bala que me traspasó
el corazón.Seguí andando con los recuerdos y
el frío haciéndome una grata compañía. Una margarita muy
amarilla se topó en mi camino, gritando que la lleve por favor
conmigo. La agarré, todavía con el pecho ardiendome y obstruyendome la respiración al recordarte, porque a ti te gustaban las flores.Sabía que, si volverías, yo estaría esperándote junto con lo que más amabas y querías (incluyéndome a mi). No quise andar por los lugares en los que solíamos disfrutar ya que ahora que no estás me pongo a llorar.
Hoy es catorce de diciembre, cuatro meses desde que me dejaste y desde que lo hiciste, mi vida es un completo desastre.
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con una tormenta dentro (de mi)
PoesiaEsto es, literalmente, partes de mí. Partes o historias que escribo, cosas que me inspiran. Poemas sueltos que vienen de una mente desesperada. #166 en Poesía (06/09/2016) #84 (08/09/2016) #72 (10/09/2016) #51 (23/09/2016) #31 (06/10/2016) #26 (09/1...