con una tormenta dentro (de mi)

¡cobarde!

La gente quería saber
de nuestra trágica
historia de amor.
Pero vos aseguraste
de que no era amor;
se trataba de obsesión.
Yo quería decirles la verdad
de todo corazón, pero vos
te rehusabas y me mentías
también.
Realmente estaba enamorada
pero juraste de que no sentías
lo mismo. Me usabas.
Y yo, como una estúpida,
me quedada.
No sé porqué lo hacía,
tal vez porque creía
que ibas a cambiar,
que me ibas a querer,
de la misma forma
que yo te quería a vos.
Era tan absurdo pensar eso,
ya que íbamos por la calle,
diciendo que todo esto
era un sueño.
Yo no creía lo mismo,
esto era la realidad,
y vos un cobarde
que no se hacía cargo
de los sentimientos
que tenías por dentro.
No afrontabas el mundo,
y menos los problemas
que te carcomían la cabeza.
No afrontabas nada,
y menos a mí.