con una tormenta dentro (de mi)

sólo el amor puede doler así

Nunca quise comenzar esta guerra.
Sólo quería que me amaras con la fuerza de mil mareas.
Te puse allá arriba, en lo alto,
una estatua te construí dedicada a vos porque te amaba.
Pero la rompiste, destrozaste el
amor que te había hecho, no valoraste
lo que te armé y no pienso volver
hacértelo otra vez.
Nos besamos, caí a tu encanto, caí a
tus ojos verdes que me miraban
con cariño y amor, ¿porqué mataste
a mi corazón?
Siempre te quise y hoy estoy despechada
(te habrás dado cuenta).
Estoy dolida, ya no vuelvas a buscarme porque no voy a estar más.
Reconstruire mi vida sin vos y las
promesas que me hiciste las tiraré a la basura. Prometías amarme hasta el infinito y te mentías a vos mismo (y a mi también).
Un último abrazo te daré para que
me recuerdes aunque sé con certeza
que cada vez que lloverá te acordarás
de mi o si escuchas alguna banda vieja, sabes que en sus letras estoy impresa.
Dije que no me importas en absoluto pero cada vez que te veo me muero, y tus caricias siguen marcadas en mi espalda.
Practico mis palabras al espejo para decírtelas y me armo de valor pero cuando venís, me sonreís y me besas... siento que vuelvo a caer en lo mismo.
Una y otra vez caigo por vos.
Sos mi debilidad y quiero odiarte, aunque no puedo; formas parte de mi vida y algo me dice que tengo que olvidarte.
Siempre me dijeron que no debía salir con vos, que era peligroso enamorarme pero yo amo lo riesgoso.
Ahora necesito romper tus muros,
despedazar tus paredes y liberarme
de tus cadenas (que me tienen secuestrada).
Mi amor, mi amor, mi amor,
te dejaré este poema arriba de la mesa, tomaré mis llaves y me iré a la mierda.

                                   Posdata: te amo.