Dave Prescott ha logrado manejar del todo sus sueños, él mismo considera que los controla y está seguro de que así es porque sabe que pronto podrá concluir la universidad, su familia es estable y sin dramas, y claro, mantiene una relación formal con...
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Dejé la carta frente a mi primo, que al ver de qué se trataba, elevó una ceja. Sus ojos oscuros observaron las letras impresas de aceptación, y cuando terminó de leer el el aviso, me miró.
Yo por mi parte, sostenía una cerveza en la mano y solo estaba golpeando los dedos contra la mesa, sus expresiones de asombro tenían que ser las mejores, y aunque fuera él un año menor que yo, era en quien más podía confiar.
—Cualquiera que recibiera esta carta estaría saltando de emoción, incluso estaría cayendo de culo contra el suelo. Pero tú no te ves muy feliz, Dave.
Asentí, y suspiré porque tenía razón. Había enviado la carta en una emoción instantánea, sin esperanza de ser aceptado a ese curso. Mi madre en su juventud había estudiando toda su carrera profesional ahí, y aunque su rama es muy distinta a la mía, confiaba en que la educación era excelente. Pero no estaba listo para dejar dos meses mi hogar, era solo un verano, unas vacaciones, pero no podía ir solo así. Es una semana mas terminaría el semestre y aunque había concluido con mis pasantías en una agencia local, quería salir de mi zona de confort y buscar más.
—¿Qué opina Hannah? —Me devolvió la carta y volví a suspirar.
—No se lo he dicho, y de hecho le pregunté sobre sus planes de verano y sabes la respuesta.
—Trabajar.
—Y si trato de convencerla, de que que me acompañe, se negará por Noah.
—Pueden ir como una feliz familia de tres —Posó sus manos en su barbilla y abanicó sus pestañas—. ¡Aw! Casi hasta me dan ganas de pedirle a Hannah que se anime contigo y tengan un lindo bebé.
Fruncí el ceño.
—Deja de soñar, Seb, eso es estúpido.
—Llevan cinco años juntos, Dave, es normal que lo pida. Además, sé que eso no es excusa, pero al menos vivan juntos.
—No podemos, y ya sabes por qué.
—Sí, pero si la embarazas, sería más fácil...
—Mejor cállate —le aventé con el porta vasos de la barra y se soltó riendo.
—Es broma, hermano, solo estoy jodiendo. Me causa un poco de gracia que ambos se pongan pálidos ante la idea, pero también me gusta el pensamiento de Hannah, es una chica inteligente.
—Lo es, hoy es su última presentación. Dice que después de concluir con la universidad en diciembre, tomará la maestría el siguiente año.
Seb elevó las cejas, impresionado por el detalle.
—Chica ruda. —Tomé de mi bebida mientras asentía—. Se quiere comer el mundo de una mordida.
—Yo la apoyo, sé que somos jóvenes, y ella está enfocada en la universidad. También quiere abrir el caso para obtener los derechos sobre Noah.
