13.

2.1K 181 4
                                    

NO QUIERO PERDER

• • •


Después de haber hecho escala en España me sentía agotado, después de todo, creo que no he dormido lo suficiente desde la noche anterior.

Me recargué contra el asiento del avión mientras mi hermano se mostraba ansioso, entendía ese sentimiento, él estaba así por nuestra hermana. Dado que Elliot y yo siempre fuimos los que llevaban a Emma a cualquier lado, sé que se siente así por todo lo que le gritó antes de venir. Igual yo, me sentía así en cierto modo, sabía que ella le temía a manejar, y terminó en medio de un aparatoso accidente de auto.

—¿Qué le diré? —preguntó mi hermano en voz baja. Era el único que no dormía. La abuela iba a nuestro lado junto a Seb y ellos decidieron dormir un poco para que el viaje fuera menos agotador.

—¿Uh? No entiendo, Elliot...

—¿Qué le diré a mi hermana? Ella de seguro estará demasiado afectada. Y yo no sé como hacer que alguien se sienta bien.

—Hey, Elliot, todo va a estar bien, Emma estará bien en cuanto lleguemos a Phoenix y solo será un susto —traté de tranquilizarlo.

—Gerard murió, Dave. Con ese simple hecho nuestra hermana quedará devastada. No sabré cómo darle palabras de aliento, no sé realmente si ella querrá escucharme o si querrá siquiera verme.

—Elliot, sé que no es para nada sencillo, yo también amo a Emma pero creo que primero debemos ver lo que en realidad está pasando allá.

Él asintió y después se recargó contra el asiento también, no la estaba pasando bien, y creo que de todos nosotros es el que más afectado se mostraba por esto.

Por primera vez en el día, me atreví a cerrar los ojos para permitirme dormir en lo que restaba de camino. Era el único despierto, Elliot logró quedarse dormido pero yo no lograba conciliar el sueño gracias a lo que había ocurrido en el departamento hacía unas horas.

Quería que todo saliera de mi mente sencillamente, así como había llegado.

Claro que no podía, había engañado a mi novia de toda la adolescencia y también había engañado a Josette, aunque a esta última no la conocía abiertamente podía intuir que no estaría demasiado contenta con el hecho de que no fui sincero y no le dije en los términos en los que se encontraba mi estado civil. Aunque tener una novia no podría considerarse como algo legal... ¿Qué mierda estoy diciendo?

Pasaron las horas, y con ello llegamos a Phoenix, en un viaje largo para mi gusto. Un calor espeso me atravesó la espalda al bajar del avión, sentía como el ambiente se sentía tenso de camino al hospital. Mi hermano estaba con la mente en otro lado mientras que la abuela y Seb se limitaban a tener una conversación, yo solo podía mirar por la ventana del taxi mientras también pensaba en cómo estaría Emma. Creo que ahora me tocaba ser fuerte por ambos, por mis hermanos que, si se derrumbaba uno, se derrumbaba el otro.

Por ser mis hermanos menores tenía que mostrarme fuerte ante ellos, las condiciones en las que se encontraba nuestra hermana no eran las mejores, así que yo me estaba mentalizando para el apoyo que les podría brindar a ambos.

Entre más cerca nos encontrábamos del hospital, un sentimiento de nervios me invadía. Tenía las manos apoyadas sobre el regazo mientras retorcía mis dedos, todo esto a causa del estrés que tenía.

—Dave —giré para ver a mi hermano salir del auto. Entonces fui consciente de que habíamos llegado al hospital. Saqué mi billetera para pagarle al taxista y éste me dio un asentimiento en modo de agradecimiento.

Sueños lúcidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora