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BAILA CONMIGO

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Revisé mi correo y noté que en el buzón de entrada estaba un mensaje. Eso hizo que la emoción llegara a mi pecho y comencé a ponerme nervioso.

Alaric Abbott había mandado un correo. A mí.

Siempre consideré que dedicarme por obligación a la Fotografía sería demasiado aburrido, decidí estudiarla para poder ser un profesional y luego, con los años, poner algún estudio en el que hiciera pequeños trabajos. Así como el estudio que mamá decidió abrir unos meses atrás.

El correo decía que pronto quería verme. Así que le respondí diciendo que podía contar con mi número de teléfono y agendar una cita cuando él quisiera.

Después de responder el correo de Alaric, me senté en la mesa de la cocina con una taza de café en mano. Mis pensamientos viajaron a todo lo que le había dicho a Josette la noche anterior, y como fue que después de eso le pedí a que me acompañara para conseguir mi auto y llevarla hasta su casa. Cuando volví al departamento, a las tres de la madrugada, y toqué la cama me quedé profundamente dormido.

Ahora estaba muriendo de cansancio, había despertado muy temprano para ir a la agencia y hacer lo de todos los días. Después de una rutina de trabajo muy pesada, decidí regresar al departamento, pero en cierto modo el sueño se esfumó y terminé por prepararme una ensalada. Solo tomé un poco de atún, un aderezo y lechuga para decir que era una buena ensalada. Ni siquiera estaba colorida, odiaba el tomate y los demás ingredientes no los tenía en la alacena.

Tomé una galleta salada y me la llevé a la boca. También tomé un sorbo de café e hice una mueca. Tenía que hacer las compras de ahora en adelante, la comida de restaurante ya me había cansado y necesitaba comer algo decente mientras tanto en casa.

Mi teléfono comenzó a vibrar, indicando que tenía un mensaje de Laia. Ahora que se acerca más la fecha del viaje a Los Ángeles se ha puesto de mejor humor, además no ha mencionado nada de la escena que me encontré de ella con Louis en el elevador.

Laia: Necesito un vestido de gala, urgentemente :(

Yo: ¿Para qué?

Laia: Como que para qué? Idiota, la noche de gala... el evento de aniversario en un lujoso hotel... No me digas que lo olvidaste, estúpido.

Mierda, no recordaba ese evento para nada. Entre las cosas con el mensaje de Hannah, los nuevos comienzos con Josette, todo se me había olvidado. Ni siquiera sé en qué día vivo, para ser más específico.

Yo: No lo olvidé...

Laia: Claro que sí lo hiciste, así que ahora deberás ser mi acompañante para esa noche :) :) :)

Yo: Claro... es una técnica para decirme que quieres salir conmigo ;)

Laia: Púdrete, Prescott :)

Yo: Ya quisieras, Franco. Pero no lo haré. ¿Qué sucede con Louis? ¿No quiere llevarte?

Laia: Púdrete, Prescott :) x2

Comencé a reírme, imaginando a mi amiga demasiado incómoda por los mensajes. En estos cinco meses llegué a conocer demasiado a Laia, y sabía de antemano que estaba sonrojada en estos momentos.

Me dispuse a contestar ese mensaje.

Yo: ¿Entonces? ¿Qué debo llevar para acompañarte? Si vamos juntos debo dejarme crecer bigote y barba para combinar con la tuya.

Sueños lúcidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora