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Canción: Hold on — Chord Overstreet

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Canción: Hold on — Chord Overstreet

Shattered — Trading yesterday

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Caminé junto a la enfermera que me indicaría qué ponerme para poder estar acompañando a Hannah. Ella ha pedido que esté presente y que sostenga su mano para darle fuerza, sé lo asustada que está y también sé que yo lo estoy, incluso puedo decir que más aterrado que ella. Pero confío en que ella es fuerte y resistirá.

—Por aquí, joven —mer indicó ella, señalando a un pequeño cuarto y me mostró unas batas azules y cofias para ponérmelas.

—Gracias —tomé la bata y la cofia. Ella esperó a que me la pusiera y me indicó cómo usar correctamente la cofia y un cubrebocas.

—Cuando pasemos a la sala de maternidad, usted podrá estar al lado de la paciente.

—Lo sé.

—No es recomendable que observe el nacimiento... la mayoría de los papás suelen marearse o vomitar en plena sala.

Quise reír, pero no pude. Aun sentía un pesado nudo en la garganta y quería llorar para que desapareciera. Mi estomago era una sensación extraña, quería poder vomitar de una sola vez, pero sabía que se debía a los nervios que tenía.

Cuando entré en la sala de partos ya Hannah estaba completamente lista para comenzar a pujar, ella estaba algo llorosa y me miraba con ansiedad mientras yo me acercaba. Sin pensarlo dos veces tomé su mano, ella la apretó demasiado fuerte que solo pude hacer una mueca, también sus manos estaban heladas, no eran cálidas como siempre era de costumbre.

—Vas a estar bien —le susurré mientras besaba su sien, ella asintió.

Todo fue un proceso demasiado largo.

Cada minuto que transcurría parecía que era una hora, ella cada vez pujaba más débil y me dolía verla así de vulnerable por dar a luz a nuestra hija.

Hannah resistía, daba toda la fuerza que le quedaba para aferrarse a la idea de conocer a su hija. Se aferraba a la vida, no se daba por vencida, ella quería vivir por ella.

—No puedo más —lloró—, ya no puedo más...

—Sí, tú puedes, Hannah. Vamos, por favor.

—Ya has coronado, Hannah. Tienes que poder, Lili está asfixiándose. Ya no queda más líquido amniótico.

—No —jadeó—. Voy a intentar más.

Tuvieron que pasar minutos de más esfuerzo, sosteniendo la mano de Hannah en todo momento y ella llorando por el dolor que sentía... Nació Lilia Eddison.

Sueños lúcidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora