Sueños lúcidos

07.

ACLARACIÓN: DESDE ESTE PUNTO LA NOVELA ESTÁ SIN EDITAR, PUEDE QUE CONTENGA ALGUNOS ERRORES Y QUE LAS SITUACIONES NO TENGAN MUCHO SENTIDO DEBIDO A QUE LA EDICIÓN CONTIENE DIFERENTES FECHAS Y EDADES DE LOS PERSONAJES. DE ANTEMANO UNA DISCULPA. 

ES POR ESO QUE DE AQUÍ EN ADELANTE NO HABRÁ NINGUNA NOTA DE AUTOR, ES SOLO PARA QUE LAS PERSONAS NO SE HAGAN TANTOS SPOILERS DE LA NOVELA EN SUS SECUELAS QUE YA ESTÁN CASI COMPLETAS.  LA EDICIÓN DE ESTA NOVELA CONTINUARÁ EN CUANTO LAS DEMÁS NOVELAS ACABEN. 

GRACIAS, LOS AMO ♥

MODELS FONTAINE

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 —¿Qué tal se ve esta camisa? —preguntó mi primo mientras me mostraba una camisa azul claro. La miré de reojo, después de eso asentí, arreglaba algunos detalles de una fotografía, mientras, también comía una barra de chocolate—. Quiero sorprender a Gwen.

—Prensé que habíamos quedado en que te presentaría a Laia.

—Sí, pero no tienes para cuando. Además de que esa chica linda me llamó y muy directamente me pidió una cita. Me gusta, le gusto. Espero que esta noche haya algo más que una simple cita.

Arqueé una ceja mientras despegaba la vista de la computadora.

—Bien, entonces espero que no sea en este departamento. Necesito levantarme temprano mañana y sabes que soy de los que se despiertan con cualquier ruido.

Seb rodó los ojos con mi comentario, eso ganó que yo riera entre dientes, así que me levanté para lanzarme sobre él y molestarlo con un par de golpes en el brazo. Eso hizo que lo fastidiara un poco, así que se defendió también.

Caímos contra el sofá, en una guerra de golpes en la que los dos dimos por terminada en cuento sonó el timbre del departamento.

Sebastian me miró por un momento, con el ceño ligeramente fruncido. Yo tampoco sabía de quien se trataba, así que le señalé la puerta, para que él fuese quien atendiera. Después de todo, yo seguía en pijama.

—Te toca abrir, yo me iré a dar una ducha que tengo que llegar a la escuela un poco antes. ¿Hablaste con tu mamá ya? Porque si no es así, de seguro es la policía que viene a preguntar por ti —me burlé. Ganándome un gesto de su parte con el dedo medio.

—Qué gracioso, idiota.

Eso fue lo único que dijo antes de dirigirse hacia la puerta y abrir. No le tomé importancia al resto, solo me dirigí a mi habitación para tomar un baño. Necesitaba llegar por Laia a la agencia, así, entre los dos hablar con su jefa. Faltaba poco para entregar el cortometraje, esperaba que el tiempo nos alcanzara para las grabaciones y edición. Algo dentro de mí decía que me iba a desvelar mucho un día antes de la entrega.

Me metí a la regadera, cerrando los ojos para poder pensar en todo el trabajo que me queda por hacer antes de ir de regreso a Phoenix, con mi familia y con Hannah.

Acababa de llegar, y al parecer ya quería volver a mi ciudad. Todo parecía indicar que el curso acabaría justo antes de entrar a la universidad de nuevo. Para mí era un poco agotador ya, pero en fin, me gusta lo que hago, lo disfruto demasiado, creo, gracias a mi madre, que las cosas se pueden conservar, que los recuerdos siempre van a estar y que nunca se van a olvidar. Y nada mejor que la fotografía para conservar todos aquellos recuerdos que vamos acumulando con el paso de nuestras vidas.