Capítulo XVIII. Cuando uno se da cuenta.

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— ¿JunHee?. . . Espera. . . ¿no eres JunHo, si no JunHee?. . . ¿Que esta pasando aquí?

La mirada del chico ahora parecía un tanto enfadada, mientras que JunHee sabía que esta vez no había escapatoria, tenía que decir la verdad.

— Todo esto tiene una explicación. . .

— Deseo escucharla.

Se quedaron un par de segundos en silencio, de esta ya no podía escapar, no le quedaba más que aceptar la situación.

— suspiro rascando un poco su mejilla — vale, te abrire por la puerta de servicio, nos vemos por ahí.

El mayor sólo acentuó con la cabeza, caminando hacia donde le había señalado, en cambio JunHee iba con los nervios a mil.

Al entrar Arisa se dio cuenta de su presencia, —como quiera ya le habían dicho que la habían visto en la entrada con un chico muy guapo — aún así, se sorprendió al verla, pues se veía un tanto pálida e ida.

— Junnie ¿paso algo? —su rostro mostraba preocupación, incluso colocó su mano en la frente ajena — no tienes fiebre, pero te vez más pálida que una hoja de papel.

—suspiro mientras llevaba sus manos a su rostro — me descubrieron.

— ¿¡QUE ,QUIEN?!

La mayor intento calmar a la castaña, pues al gritar, los presentes habían puesto su mirada hacia estas.

— Shhhh, tranquila, no grites, no quiero llamar la atención. . . Iré hacia los vestidores, tengo algo que arreglar ahí.

— ¿quieres que golpemos al chico y lo torturemos un poco? —murmuró un tanto curiosa, pues si era necesario, estaba dispuesta ha hacerlo —

— negó con la cabeza intentando no reír por las ocurrencias de su amiga — tranquila, yo me encargo..  . Nos vemos.

Se despidió de su jefa y amiga, que aunque se mostró un tanto segura enfrente de ella, realmente no sabía como iba actuar frente a aquel chico.

Abrió la puerta, haciéndole una invitación a que entrará a aquel lugar. Estaban un par de casilleros, los cuales usaban las empleadas para dejar sus pertenencias, un par de bancas y un refrigerador.

Yixing entró mirando con suma curiosidad, era la primera vez que entraba a un "vestidor de chicas".

Ambos tomaron asiento en una de las bancas, mirándose frente a frente.

El sonido del tic tac del reloj de gatito que estaba colgado en la pared, era lo único que se escuchaba, se miraban fijamente, mientras que JunHee comenzaba a transpirar por tal presión, pues aquella mirada que una vez vio tranquila y serena, ahora era diferente, pedía respuestas y era un tanto intimidante, incluso podría llegar a ser más que la de aquella torre mal parada de mal genia — si, habíamos de nuestro Kris —.

— Bien —carraspeo un poco, mientras cruzaba sus brazos sin dejar de mirarla  — ¿debería llamarte JunHo o JunHee?

— Yo.  . . —agachó su cabeza por un segundo, para después alzarla mordiendose el labio inferior — llámame JunHee, realmente me llamo Kwon Jun Hee.

— Hmmh ¿porque finges ser un hombre? ¿sabes que puede ser peligroso?

JunHee realmente sabía que estaba mal, pero no le había quedado de otra, pero hablando enserio, ni ella misma sabía porque había aceptado esa locura de aceptar ser hombre, bueno si, así no sufriría de acoso por las fans de sus compañeros de casa, pero también tenía sus contras.

— ¿Puedo saber porque mientes?

La chica sólo mantenía su mirada hacia la nada, realmente tenía mucha pena, pues no sabía ni cómo comenzar.

Roommate House. » EXO «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora