Capítulo VI. Hay algo en ti.

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— ¡¿Ah?!

Sehun se acercó a ella, para comenzar a forcejear por el calzoncillo, pero un zapato provocó que ambos cayeron al suelo, Sehun quedando arriba de Jun, con sus manos sobre los pechos de esta.

La habitación se quedó en silencio, en un silencio incómodo, más allá de lo incómodo.

Sehun bajo su mirada a los pechos de la chica, en donde tenía ambas manos puestas, por inercia las apretó un poco, eran suaves y redondas como un par de toronjas, curiosamente como le gustaban, si, podía sonar pervertido, pero a ese chico con problemas de orden, le gustaban los pechos abultados.

" Joder, redondos y suaves. Esperen. . . ¿¡Porque mierdas no trae sostén?! — pensó mientras tragaba saliva y curiosamente apareció un leve color rubor en su rostro —

JunHee aún estaba en shock, no sabía que decir o moverse, sus mejillas ardieron al sentir como eran apretados.

— fruncio el ceño mirando fijamente al contrario — ¡Yah! ¿no piensas levantarte?

Sehun torpemente se levantó carraspeo y sé giro como si nada hubiera pasado, pero eso cambio cuando sintió como un objeto sólido había sido estrellado en su nuca.

— ¡Yah!

— ¡Eres un pervertido!

— ¡Tu eres la pervertida por no traer sujetador!

— ¡¿AH?! —su rostro inmediato se encendió a un color precisamente rojo —

Y en ese momento, JunHee comenzó a lanzarle todo lo que estuviera en la habitación, incluso lo empujó hasta que saliera, cerrando la puerta de un cerrón.

— ¡Largo! —dijo desde dentro de lap habitación —

— ¡Pues esa es mi habitación!

La puerta se abrió de inmediato, el más alto fue jalado del brazo y lanzado a la habitación, cerrándole la puerta en sus narices.

— ¡Pues me largo yo.!

La chica entró a su habitación también cerrando la puerta tras de ella de un portazo. Es extraño, parecía que a pesar de que eran las 3:00 a.m y se escuchaba ese escándalo, nadie se levantó, una de dos, no querían entrometerse o de plano estaban peor que una piedra al dormir.

JunHee se sentía frustrada mirando al suelo, sabía que ahora tenía que usar el sujetador sea como sea. Se lo había quitado ya que últimamente utilizaba vendas para aplastar su bultoso busto, pues un hombre se supone que no las tenga —claro que hay excepciones como algunos hombres que tiene más que uno como mujer, incluso que hasta dan ganas de regalarles un sostén — pero con ella no iba a ser el caso, y cuando se colocaba el traje de maid, se las aplastaba mucho, pues le quedaba muy ajustado, así que había optado por dormir al aire libre, pero de tonta se le había ocurrido irse ya en pijama y todo a trabajar con aquel culon, mal error.

Ella odiaba su pecho, ¿porque hablamos de su pecho? Bueno, puede servir en un futuro está información después de todo, o tal vez sea un poco de relleno para la historia. Como decía, ella odiaba su busto, desde la escuela media, pues siempre había sido acosada por tener grandes atributos, aparte lo peor de caso, no podía dormir boca abajo, mala suerte.

Lo que resto de la noche pasó rápida, en un abrir de ojos, el agradable sol se asomó entre las nubes, penetrando sus rayos por las ventanas de los chicos de la pensión.

— Buenos días. —saludo Junhee con cara de pocos amigos a todos aquellos que estaban en la mesa desayunando —

— Buenos días.

Roommate House. » EXO «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora