AGAINST 「 Kageyama✘OC」

Capítulo 65.2 - Demasiado tarde

↝ Novela inspirada en Haikyuu!! de Haruichi Furudate, presencia de OC 《Original Character》 y algo de OOC 《Out of Character》

↝ LAS IMÁGENES MANGA Y FAN ART NO ME PERTENECEN.

↝El giro que tiene la historia a partir de este punto puede llegar a perturbar al público inmaduro, por lo que quedáis advertidos.

❤️

《P.O.V REI ✿》

—... Me tendréis que esperar un minuto —dijo mi padre aparcando y saliendo del coche.

Giré mi cabeza y me apoyé en la ventana para simplemente mirar al exterior. ¿Qué es lo que me traería el futuro? ¿Morir? ¿Realmente me dolería mucho?

Era terrible sentir un vacío así, y es que si él ya no estaba, no existía nada para mí.

Entrecerré mis ojos y pude divisar al azabache cerca del vehículo, él definitivamente era Tobio, y ya sentía que la droga aún tenía cierta influencia en mí, ya que parecía real. ¿Hasta qué punto yo llegaría a alucinar?

Estábamos en una gasolinera, de eso no cabía duda.

De pronto vi que Tobio me observó a los ojos, como si hubiese sentido que los míos le observaban, pero no reaccionó demasiado, de hecho parecía ser tan solo una vaga impresión.

...

¡¿Él realmente estaba ahí?!

Comencé a pegarme a la ventana y a intentar hacer ruido con el movimiento de mi cuerpo, pero en vano, puesto que incluso cuando Tobio estaba absolutamente concentrado mirando hacia dentro, su mirada se encontraba perdida, delatando que no podía observar absolutamente nada a través de aquel vidrio polarizado.

Esto era realmente cruel, puesto que él no me veía, pero yo sí a él, y lo veía perfectamente, pero me alegraba saber que estaba vivo y en perfectas condiciones. Mi padre me había engañado, y agradecía tremendamente que solo se haya tratado de eso.

Apoyó su cabeza en el vidrio esforzándose por ver en el interior y yo hice lo mismo, apoyé mi frente sobre la suya y sonreí como pude con aquella mordaza que me había colocado mi padre. Cerré los ojos y amé tenerle así de cerca, incluso cuando un vidrio nos estorbaba, no era especialmente diferente de otras ocasiones. Me hacía feliz saber que él al menos reconocía mi presencia.

Cuando mi padre regresó, él se asustó y, sin dejar de mirar hacia dónde estaba yo en algunas ocasiones, se alejó de la escena. Opté por no evidenciarme para así protegerlo de Seiya, que de seguro era capaz de subirlo al coche con nosotras. En cuanto se marchó me despedí apreciándolo por última vez, y mi padre subió al asiento del conductor.

Durante el viaje pensé en muchas cosas a la vez, pero la más importante era que había tomado una decisión después de tanta incertidumbre: Yo quería vivir.

Me comencé a quejar en el asiento trasero, molestando en el trayecto hasta llegar al punto de que a mi padre no le quedará más remedio que tomarme atención.
Apenas terminó aparcando para girarse y mirar hacia atrás, donde nosotras estábamos, le rogué con la mirada que me quitara la mordaza.

—¿Quieres decirme algo? ¿Rei-chan?

Asentí y el rubio accedió a quitármela, aquello me hizo sentir un malestar tremendo en la mandíbula, pero definitivamente podía hablar después de toser un par de veces.