AGAINST 「 Kageyama✘OC」

Capítulo 67.2 - Final

↝ Novela inspirada en Haikyuu!! de Haruichi Furudate, presencia de OC 《Original Character》   y algo de OOC 《Out of Character》

↝ LAS IMÁGENES MANGA Y FAN ART NO ME PERTENECEN.

❤️

《P.O.V REI ✿》

Durante los siguientes meses intenté aprovechar lo más posible el tiempo que me quedaba por vivir a su lado. Tan solo venían siendo dos meses, por lo que le dije a Mizuki, que era la dueña de la casa donde me estaba hospedando mientras esperaba que Kenji saliera de rehabilitación, que me quedaría con Tobio estas últimas semanas.

Cuando entré a su casa sus padres me recibieron con mucho cariño, especialmente Sora-san, a la cual no veía incluso mucho antes del accidente.

Me sentí parte, nuevamente, de aquella familia preciosa que me había acogido durante un tiempo cuando no tenía casa, e incluso me ofrecieron quedarme toda una vida, pero les conté mi objetivo de viajar a EE.UU, por lo que me brindaron su apoyo de inmediato.

Aquellas asquerosas terapias, a las cuales tenía que ir periódicamente, fueron canceladas gracias a que los tribunales autorizaron a Kageyama-san de ser mi psicólogo, y aquellas consultas psicológicas tan solo eran tardes de conversación entre yo y mi suegro. (Como le gusta que le llame, aunque a mí sigue dándome vergüenza.)

Con Tobio, aprovechamos al máximo y salimos a hacer todo lo que estábamos acostumbrados a hacer antes del estallido, y me encantaba poder despertar a su lado. No había caso en tenernos separados bajo el mismo techo, por lo que sus padres terminaron por rendirse ante nuestra insistencia.
Me gusta sentir su cálido cuerpo abrazándome cuando las luces se apagan, y soñar muy lejos teniéndolo muy cerca. Y es que las conversaciones estando bajo las sábanas, incluso sin poder vernos a los ojos, eran las que yo más disfrutaba, y pasar las noches con él de esta manera llenaba mi corazón, en un encuentro íntimo que tan solo se cometía al tacto y no a través del sexo específicamente, sino al hecho de compartir en la oscuridad.

—¡O-Oye! ¡¿Qué haces?! —se quejó Tobio en cuanto repentinamente bajé mi cabeza bajo las sábanas para llegar a su pecho.

Le abracé, y a pesar de que estaba algo sorprendido por mi movimiento brusco, me devolvió el abrazo dulcemente.

—Me encanta escuchar tu corazón latir —comenté.

—¿P-por qué? —respondió él nervioso.

Se notaba que mi alcance y la forma en la que me había apegado a su cuerpo le había alterado un poco.

—... Mi padre me dijo en un momento que te había asesinado... No tienes ni idea del vacío que sentí.

El silencio de Tobio y la forma en la que comenzó a acariciarme el cabello me brindó muchísima tranquilidad. Él sabía que recordar esos sucesos me ponían realmente mal.

—Idiota, yo también lo pase muy mal cuando pensé que tú... —Habló en voz baja—. Como sea, da igual, ambos estamos vivos.

Le sostuve con más fuerza, sonriendo, y agradeciendo que el último hecho al que había apuntado era parte de la realidad. No podía estar más agradecida de que esto fuera real.

—Te amo...

En cuanto le dije eso él se cubrió con el edredón y salió en mi busca de mí para juguetear y hacerme reír, cosa que logró perfectamente.
Realmente esperaba que nadie haya pasado fuera de la habitación, seguramente se habrían hecho la idea incorrecta.