AGAINST 「 Kageyama✘OC」

Capítulo 24 - La sentencia del rey

↝ Novela inspirada en Haikyuu!! de Haruichi Furudate, presencia de OC 《Original Character》   y algo de OOC 《Out of Character》

↝ LAS IMÁGENES MANGA Y FAN ART NO ME PERTENECEN.

❤️

《P.O.V HINATA☀️》

Estaba sentado en un banco después de la discusión con Kageyama. Una vez más había metido la pata, y era lamentable no poder elegir por mí mismo. No sé si habría preferido no sentir nada por Rei, pero ahora me encontraba en una tremenda disyuntiva, ya que Kageyama me había declarado la ley del hielo incluso dentro de la cancha.

No podía creer que quizás en el torneo nacional tendría que arreglármelas yo solo como rematador, y que para variar, seguramente, no lo lograría, teniendo que ser reemplazado.

No podía soportar el hecho de perderme la oportunidad de pisar la cancha en la cual el pequeño gigante estuvo alguna vez.

—Oye, Hinata.

Creí que ya a estas alturas estaba alucinando, pero al subir la mirada me encontré con él, quien me observaba distinto. No parecía estar enfadado ni mucho menos. ¿Tan poco le había durado?

—Rei me pidió que viniera a buscarte.

Se dio la vuelta justo cuando pronunció aquellas palabras, dejándome helado. ¿Era verdad que Rei no me odiaba después de lo que había hecho?
O quizás sí, tal vez me regañaría y descargaría toda su rabia en contra de mí cuando me tuviese de frente. Aún así debía dar la cara, a pesar de que tenía un poco de miedo.

Mientras caminábamos por los pasillos sólo podía ver a un apacible Kageyama que parecía feliz. No podía preguntarle el motivo, puesto que ya no éramos amigos, y si esta vez estábamos caminando juntos, era sólo porque Rei se lo había pedido.

¿Cómo se atrevía a que yo hablara con ella incluso conociendo mis sentimientos hacia ella?

Será que... ¡¿Acaso se lo dijo?!

Habría preferido nunca llegar a la puerta de la enfermería, pero ahí estábamos, y ahí me dejó antes de irse.

—No te pases de listo, sólo eso.

Su tono arrogante me hizo pensar otro tipo de cosas. La verdad no entendería nunca qué sucedía aquí a menos de que entrara, por lo que eso hice.

—Hola —dije temeroso al entrar y encontrarme con ella una vez más.

—¡Hola! Pasa... Sin miedo —me dijo ella sonriendo.

También estaba feliz, y eso no tenía sentido alguno, lo que había sucedido era algo lamentable, pero aún así en este minuto brillaba como siempre.

Me senté a su lado sin poder decir nada, ciertamente esperaría a que ella comenzara, para poder comprender mucho mejor el contexto de todo esto.

—Bueno... —Dijo para luego volver a ponerse seria, mirándome de reojo—. ¿Me vas a explicar qué fue eso?

— ¡¿Eso?! — Pregunté alterado.

Ciertamente podría estar refiriéndose a cualquier cosa, lo cual me inquietaba.

—Estabas extrañísimo en el partido, ni siquiera pudiste notar que yo estaba ahí... Quiero entender qué pasaba por tu mente.

Me aliviaba que creyera en el hecho de que no había sido a voluntad propia.