Capitulo 10

264 21 0
                                    

Aria:

No me quedan más lágrimas que derramar, ni voz para gritar. Y lo único que quiero saber es ¿Por qué? ¿Qué le he hecho yo a este para que me haga esto? ¿Qué le han hecho mis hermanos?

-Veo que estás consceinte-levanto la cabeza y me encuentro con el hombre que lleva torturándome dos horas-Te ves mal ¿te duele mucho?-sonríe, y yo le escupo-Veo que tienes carácter-me da una bofetada-Que pena que aquí no sirva para nada-escupo la sangre que sale de mi boca.

-¿Qué te han hecho mis hermanos?

-Hace años que nos conocemos muñeca, lo que pasa es que tus hermanos no me dejaron pasar mucho tiempo contigo.

-Por algo sería-el hombre se ríe.

-Si...por algo fue-el hombre hace un gesto con la mano y los hombres que se presentaron en mi casa viene. Uno de ellos me coge las muñecas y me las envuelve con cadenas de metal. Noto como la sangre se desliza por mis muñecas y mis gritos invaden la habitación. Me cuelga del techo sin que mis pies toquen el suelo, dejo caer la cabeza, no tengo fuerza, no tengo ni poderes con los que luchar o defenderme-Tranquila princesa acabare rápido-cierro los ojos y me preparo para lo peor. Un ruido me hace salir de mis pensamientos, abro un poco los ojos y veo a mis hermanos, sus miradas...jamás los he visto así-Mierda ¿Cómo nos han encontrado?

Lo siguiente que pasa se me queda confuso, mis ojos se cierran y cuando los vuelvo a abrir veo a Evan corriendo hacia mí.

-Evan...-digo en un susurro. Evan rompe las cadenas y caigo en sus brazos sin fuerza-Habéis venido...-Evan me acaricia la mejilla.

-Nunca te abandonariamos Aria, nunca-asiento y me acurruco en su pecho mientras me levanta. 

-¿Que tal estás enana?-me pregunta Dylan con una sonrisa

-Quiero helado-mis hermanos se ríen y sonríen, veo lágrimas en sus ojos, creo que es la primera vez que los veo emocionados.

A parte de ser vampiros mis hermanos son machos de pelo en pecho como los llamo yo, así que el tema llorar lo llevan más bien apartado.

Cuando llegamos a casa, veo a mis padres en la puerta dando vueltas sin parar. Cuando nos ven vienen corriendo.

-Por dios ¿Qué ha pasado?-pregunta mi madre, mientras mi padre me coge en brazos.

-Carson-dice Garret-Carson es lo que ha pasado, papa no hemos tenido tiempo de que Luke cure a Aria.

-Sus poderes no funcionarían, es plata-odio ser vampiro y que nos afecte tanto la plata de mierda-Amanda sígueme, vosotros quedaros aquí-mi padre me lleva hasta su despacho, cuando entra me tumba en el sofá, mi madre se sienta a mi lado-Esto te va a doler princesa-yo solo asiento.

Lo siguientes minutos son horrorosos, mi padre usa una cura en mis muñecas que hace que la carne se vuelva a regenerar, pero duele como los mil demonios.

-Ya está, ya he acabado-mi madre me besa la frente, veo como mi padre me venda las muñecas

-Tienes que descansar-mi padre me vuelve a coger en brazos, cuando salimos veo a mis hermanos en la puerta esperando

-¿Qué tal esta?-pregunta Jackson

-¿Se va a poner bien?-pregunta Luke

-Solo necesito descansar, mañana ya estaré molestando otra vez-todos se ríen y yo sonrío.

Me paso toda la noche del domingo y mañana del lunes en la cama, mi padre insistió en que tenía que guardar reposo así que aquí estoy contando por decima vez las estrellas que hay en el techo.

-Te veo aburrida-giro la cabeza y veo a mis hermanos en la puerta.

-Es que estoy aburrida-los cinco se ríen y entran. Se sientan en la cama o en las sillas y me miran entre tristes, orgullosos y preocupados. 

-Aria sentimos no haberte contado nada-dice Garret-Pensábamos que hacíamos bien en ocultarte la verdad sobre Carson.

-Pero nos equivocamos-dice Jackson-Creo que todos te seguimos viendo como una niña pequeña y no nos damos cuenta de que ya no lo eres.

-Hombre en comparación con vosotros soy pequeña-todos nos reímos-Pero da igual, no os culpo, lo entiendo en verdad.

-A partir de ahora te contaremos todo-dice Luke-Y tú a nosotros también.

-Hecho-sonrío. Un ruido en la parte de abajo hace que mi sonrisa desaparezca, mis hermanos se miran entre ellos serios-¿Qué ha sido eso?

-Quedate aquí-dice Dylan, asiento y mis hermanos salen de mi cuarto. 

Tengo el corazón a mil por hora, me da miedo que algo les haya pasado a mis padres y que algo malo les pase a mis hermanos.

Los ruidos no paran, suenan como golpes y cosas rompiéndose. Respiro hondo y me levanto de la cama, salgo de mi cuarto tambaleándome y bajo hasta el salón. 

Cuando llego al salón me pongo una mano en la boca, mi familia está atada con cadenas en el suelo, todos están heridos, avanzo hacía ellos pero cuando lo veo mis piernas se detienen. 

-Hombre princesa ¿Me has echado de menos?-Carson se pone al lado de mi familia.

-¡Aria vete!-grita mi madre.

-¡Sal de aquí!-grita mi padre, pero yo no me muevo. 

Noto como una fuerza increíble crece dentro de mi cuerpo, noto como si algo poderoso me recorriera el cuerpo de arriba a abajo.

-Demasiado tarde para eso-dice Carson. Carson corre hacia mí, esta vez no Carson. Creo un campo de fuerza que lo lanza hasta el otro extremo de la casa-¿Pero qué...?

Avanzo lentamente hacia él, a la vez que él se levanta, creo una bola de fuego y se la lanzo, la cual impacta en su pecho y hace que caiga al suelo. 

Levanto el brazo y una ráfaga de aire lo levanta y lo pega a la pared. 

Creo una burbuja de agua y ato las manos de Carson con ramas, le lanzo la burbuja de agua atrapándolo dentro de ella. 

-No vuelvas a acercarte a mí en tu vida-lo dejo caer en el suelo. 

Carson empieza a toser y a escupir agua, se levanta lentamente y me mira con desafío en los ojos.

-Esto no ha acabado-y con eso se marcha. 

Voy corriendo hasta mi familia y rompo las cadenas.

-Oh dios mío has desarrollado tus poderes-dice mi madre abrazándome.

-Y en el mejor momento posible debo decir-dice Luke y todos nos reímos

-Por eso no podía usar mis poderes contigo, porque creas campos de energía-sonrío muy orgullosa de mi misma. 

-Te olvidas de que también controla el fuego y el aire-dice Jackson-Y la tierra y el agua, controla los elementos.

-Bueno ahora sí que ya somos una familia completica-dice Dylan y todos nos reímos. 

Puede que las cosas vayan a cambiar a partir de ahora, lo que no sé si para bien o para mal. 

Cuidado con la familia CampbellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora