Capitulo 22

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Aria:

Cuando me levant no puedo evitar estar nerviosa, hoy es el recital que me lleva quitando el sueño asi una semana. 

Ni si quiera sé por que estoy tan nerviosa, llevo tocando el piano desde los 5 años y se me da bien. Tengo talento para la música y tengo que empezar a creer en mi misma. 

Bajo a la cocina y veo a mis padres desayunando, me acerco a ellos y me siento a su lado en la mesa.  

-Buenos días cariño-me dice mi padre con una sonrisa.

-¿Estás nerviosa?-miro a mi madre y asiento.

-Estoy aterrada más bien, espero que mis nervios no me jueguen una mala pasada.

-Lo vas a hacer genial-le sonrío a mi padre, no sé si lo haré bien pero me alegra saber que me apoyan incondicionalmente.

-¿Dónde está el resto de la familia?-mis padres se miran entre ellos ¿nerviosos?

-No han vuelto todavía-me dice mi madre-Pero estarán aquí, lo prometieron.

-Vale no pasa nada, me voy a preparar-Subo a mi habitación y me doy una ducha rápida, me seco el pelo y llego a la parte difícil...

¿Qué me pongo? Mi armario tiene ropa lo que va siendo...sosa. No suelo ir mucho de compras así que la ropa es bastante casual.

Meto la cabeza en el armario y de repente una caja se me cae en la cabeza ¿Pero que...? Cojo la caja y veo que hay un sobre dentro, abro el sobre y sonrío cuando leo de quien es la caja. 

"Rubia sentimos no poder ir a tu función, aunque sabemos que lo vas a hacer genial y vas a dejar a todos con la boca abierta. Nos sentimos fatal por no poder ir así que te hemos comprado algo para que nos perdones. Te queremos. Emily y Eli"

Cuando termino de leer la carta sonrío, es increíble lo que las quiero en tan poco tiempo. Nunca pensé que fuera a tener amigas, o bueno gente a que se preocupara por mi a parte de mi familia. Pero Eli y Emily son lo mejor que me ha pasado desde que llegue al pueblo. 

Abro la caja y mi boca se abre un poco, dentro hay un vestido negro precioso. Voy corriendo al baño y me lo pongo. 

Me pongo delante del espejo y sonrío, puede que aún siga nerviosa pero por lo menos con este vestido voy a estar mona si la cago. 

Antes de salir de mi cuarto me pongo mis converse, si, converse, Aria Campbell no se pone tacones, está por escrito, en algún lado. 

Me despido de mis padres y pongo rumbo al instituto, se me hace raro ir al instituto un fin de semana, pero no me voy a quejar por que apenas hay gente. Y sinceramente cuanta menos gente venga a la función mejor. 

-Aria llegas justo a tiempo ¿lista para ensayar?-me pregunta mi profesora de música en cuanto pongo un pie en el auditorio. 

-Lista-mi profesora me dedica una sonrisa tranquilizadora, cosa que ayuda a calmar mis nerviosa. 

Cuando la gente empieza a entrar en el auditorio, mis nervios empiezan a aumentar considerablemente, nunca he tocado el piano para tanta gente...

-Te veo pensativa-me giro y automáticamente una sonrisa se planta en mi rostro.

-Ya pensaba que no ibas a venir-Tyler se ríe y se acerca a mí.

-No podía perderme tu actuación, eres demasiado importante para mí-sonrío y bajo la cabeza para que no vea lo coloradas que tengo las mejillas.

-Aria te toca-levanto la cabeza y miro a mi profesora.

-Voy-miro a Tyler a los ojos y sonrío-Deséame suerte

-No la necesitas, pero por si acaso...-Tyler junta sus labios con los míos, yo cierro los ojos y me dejo llevar por el momento-Suerte

Sonrió como una tonta y voy a donde está mi profesora

-Ahora con todos ustedes, la nueva incorporación del club, Aria Campbell-oigo como todos empiezan a aplaudir.

Salgo al escenatio y cuando veo a tanta gente mis piernas casi se paralizan, noto como las manos me tiemblan y me sudan.

-Confía en ti Aria-me digo en la cabeza.

Recuerdo las palabras que me dijo ayer Tyler y la confianza que me trasmite cuando está conmigo. 

Me siento en frente del piano y cuando pongo las manos en las teclas cierro los ojos, sin darme cuenta empiezo a tocar. 

Recuerdos de mi infancia empiezan a aparecer en mi cabeza, recuerdo cuando no llegaba la asiento y mi padre me sentaba en su regazo para que pudiera tocar las teclas. 

Me acuerdo del día en que mis padres me regalaron mi primer piano, o cuando conseguí terminar una canción sin equiocarme. 

Cuando toco la última nota de la canción abro los ojos. 

Me giro a mirar al publico y todo el mundo empieza a aplaudir, sonrío. Puede que para mucha gente el tocar delante de 50 personas no sea algo importante, pero para mi es un reto que nunca pensé que logaría completar. 

Empiezo a buscar a mi familia con la mirada, encuentro a mis padres los cuales están de pies aplaudiendo. Mi madre está llorando y mi padre está haciendo mucho esfuerzos para no unirse a mi madre. 

Cambio la vista y veo que hay cinco asientos vacíos al lado de mis padres, los miro y mi madre niega con la cabeza.

Contengo las lágrimas y salgo del escenario.

-Has estado increíble Aria-mi profesora me abraza-¿Has pensado en dedicarte a la música?

-Nunca me lo he planteado.

-Pues deberías-asiento y me alejo. Cojo mi mochila y empiezo a buscar a Tyler con la mirada

No lo encuentro por ningún lado así que asumo que se ha ido, salgo de auditorio y empiezo a buscar a mis padres con la mirada. 

Cuando los veo me acerco a ellos, ambos abren la boca para hablar pero yo niego con la cabeza, no me apetece hablar del tema. 

En cuanto pongo un pie en casa no tardo ni cinco segungos en subir a mi cuarto corriendo, cuando entro tiro todo y me tumbo en la cama.

Dejo escapar las lágrimas que llevo conteniendo un buen rato, no me puedo creer que no hayan aparecido, me lo prometieron, joder me lo prometieron...

Lloro hasta que no me quedan lágrimas, no sé si estoy enfadada, triste o decepcionada. Supongo que nunca pensé que mis hermanos me iban a dejar colgada. 

Bajo al salón y me siento en el sofá, ninguno de mis padres hace preguntas cosa que agradezco.

Cuando la puerta se abre y mis hermanos entran en casa, cierro los puños. Todos llevan sombreros de fiesta, boas por el cuello y se están riendo.

¿No han venido a mi función por beber? Increible. 

Me levanto del sofá les dedico un mirada de enfado y subo corriendo las escaleras. Me siento en el últmo escalón y me quedo escuchando lo que tienen que decir. 

-¿Os habéis divertido?-oigo que dice mi padre

-Sí, ha sido genial-dice Evan.

-Lo que nos hemos estado perdiendo todos estos años-dice Jackson, y todos se ríen. 

-Me alegro-dice mi madre.

Me subo corriendo a mi cuarto y me tumbo en la cama, no me lo puedo creer, esto no está pasando, es un sueño y me voy a despertar ahora mismo.

Cuando vuelvo a abrir los ojos y veo que no es un sueño me doy cuenta de que las únicas personas que se supone que nunca me van a fallar, me han fallado...

¿Es esto a los que Carson se refería?

Cuidado con la familia CampbellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora