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Narra Clady:

—Con que Naúm, ¿no?— así se llamaba el chico que entró al baño para sacarme de allí, el quién me hizo la prueba inicial cuando entré en aquel puticlub.
—¿Y tú? — me preguntó teniéndome una taza de chocolate.
—Clady— respondí cogiendo la taza para calentarme las manos.

Cuando salimos del baño de las chicas, cerró el establecimiento sólo para que pudiese estar más tranquila.

—Aún no entiendo por qué esas maneras de llorar— se sentó enfrente mía— no has parado hasta que no he ido en tu búsqueda— frunció el ceño.

Me ruboricé, no pensé que fuera tan escandalosa llorando.

—He ido hoy al médico porque me encontraba mal— comencé a hablar.
—¿Y qué te ha dicho para que te pusieras a llorar de esa forma? — preguntó asustado.

Me reí, pero, mi semblante volvió a ponerse serio.

—Le dije que hace unos días comenzaba a marearme y que me entraban las náuseas— miré el chocolate caliente.

Él me miraba atentamente.

—Me preguntó por mi menstruación y finalmente me ha dicho que estoy...
—Embarazada— terminó el la frase.

Me llevé las manos a los ojos, las lágrimas de nuevo caían solas sobre mis mejillas.

—Ey, oye— se levantó para abrazarme— tranquila, no quiero verte llorar más— me dijo en un susurro.

Me aferré a su pecho y él me abrazó más fuerte mientras me acariciaba la espalda.
Una vez más tranquila se sentó de nuevo en su sitio y me cogió de la mano.

—Creo que es mejor que te lo diga todo de golpe, puede que me odies, pero, prefiero decírtelo ahora— comenzaba a asustarme— el día en el que te conocí, pillé a mi novia en la cama con mi mejor amigo y no estaba de humor, por eso, aquel día, lo hacía fuerte y sin piedad pensando que con eso se calmaría mi furia, al hacerlo noté que el condón se rompió, pero, en ese momento te trataba como una puta cualquiera y me dio igual lo que pasará después, pero al salir de ese establecimiento me entró cargo de conciencia y te lo quise decir para que tomaras precauciones, pero ya no estabas— yo me quedé sin palabras.

Le di un sorbo al chocolate y suspiré costosamente, era demasiada información de golpe.

—Ese bebé, a lo mejor es mío— dijo tranquilo.
—¿Ahora yo qué hago?— dije perdida— no sé qué hacer, no puedo tenerlo sabiendo que puede ser tuyo sin conocerte de nada— el me miró sonriendo y eso hacía que me confundiera más.
—Si realmente fuese mío— me cogió de las manos y comenzó a acariciarlas con su dedo pulgar— lo cuidaría junto a ti sin ningún problema.

Lo miré sorprendida.

—No lo entiendo...— aparté las manos de las suyas.
—No hace falta que lo entiendas, sólo déjame demostrártelo— sonrió.

Unos golpes fuertes en el cristal del escaparate hizo que me sobresaltara.

—¡CLADY!— era Steny quien gritaba mi nombre.

Narra Steny :

—¡PARA EL COCHE!— le gritaba a Siul, pero este hacía oídos sordos.
—Steny, tranquilízate— me intentaba calmar Melune.
—¡POR QUÉ NO ME HACES CASO! ¡PARA EL PUTO COCHE! — volví a gritarle a Siul.

Siguió sin hacerme caso.

—Steny, hay que curarte la herida— me dijo Éneon.
—¡ME DA IGUAL LA HERIDA!— grité histérica.

Un golpe desprevenido abarcó toda mi mejilla izquierda haciendo que mi mente se volviera en blanco.

Narra Melune :

—¿¡QUÉ COJONES HAS HECHO TÍO!?— le grité a Siul al ver que le había pegado un guantazo y que su cuerpo inconsciente había caído sobre mis piernas.

Este no contestó.

—¡TÍO NO SE MUEVE!— grité asustado.

Éneon se giró y le tomó el pulso.

—Aún respira— dijo algo aliviado.
—No quería hacerlo— dijo Siul gimoteando— pero, ha sido por su bien, no quería que le pasara nada— juraría que comenzó a llorar— no me lo voy a perdonar en la vida— se sorbió los mocos y con la manga de la camisa se secó las lágrimas.

Miré a Éneon quien miraba a Siul entre sorprendido y asustado.

—Lo siento...— gimoteó Siul.

¿Te acuerdas de mi? TRILOGÍA VENGANZA II (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora