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Narra Éneon:

Oí un portazo, consecutivamente unas ruedas algo chirriantes, ¿qué era eso? De golpe se hizo el silencio, se oyó un gemido de dolor y tras él unas malas palabras.

Quería abrir los ojos, pero me costaba trabajo, hacía el esfuerzo y lo único que conseguía de aquello era que mi cabeza provocase un pinchazo doloroso, apreté la mandíbula dolorido.

Finalmente conseguí abrir los ojos, me costaba respirar ante tal esfuerzo, me sentía bastante débil y en este momento abrir los ojos era un esfuerzo casi sobrehumano para mi. Parpadeé varias veces hasta conseguir ver con claridad. Levanté la cabeza.

¿Qué es esto?, ¿dónde estoy?, toda la escena que me rodeaba me recordaba a aquella vez en el sótano de la casa de Mélica y Milda.

Naúm estaba en el suelo sin mover ningún músculo, me preguntaba cómo pudo acabar así si era un hombre fuerte, seguramente la persona que hizo que se quedara así tuvo que ser el doble que él.

Recordé entonces aquel hombre debajo de la luz de emergencia, el padrastro de Steny, aquel hombre, aquel hijo de puta la forzó, coloqué las manos en forma de puño mientras me forzaba en salir de las asquerosas ataduras que me impedían levantarme.

Seguí mirando a mi alrededor y casi al lado de Naúm, sobre un colchón perteneciente de una camilla se encontraba Clady, sus manos estaban atadas a unas esposas que rodeaban una tubería, frente a ella había una silla vacía con unas cuerdas debajo de ella, fruncí el ceño extrañado.

Una sombra en movimiento me alarmó y miré hacia ella, alguien estaba de pie, ante lo que parecía ser una camilla, por sus movimientos deduje que estaba atando algo.

—Se acabó— escuché la voz de una mujer.

Vi que comenzó a caminar, cerré los ojos para disimular.

—Iré a curarme esto— y tras decir aquello último se cerró la puerta.

Miré de nuevo hacia el sitio donde se encontraba la camilla, me costó trabajo averiguar de quién se trataba, pero gracias a la poca luz que atravesaba por la persiana rota vi su rostro durmiendo, Steny.

Narra Clady:

Unos golpes me hicieron despertar, lo primero que vi fue a Éneon intentando moverse con la silla a la que estaba atado, se le veía asustado y alarmado.

Me levanté de golpe al ver su expresión.

—¿Qué ocurre?— le pregunté alarmada.

Él me miró al instante de oírme y con la cabeza me indicó la camilla que había al fondo de la habitación, me froté los ojos para ver mejor, juraría que era Steny llorando.
¡¿Le habían hecho algo?!

Narra Steny :

Mi mente empezó a recordar cosas que ni yo sabía que había vivido, todo fue una bomba nuclear que abarcó toda mi mente, todo lo que había vivido con las personas que estaban conmigo en el hospital, dieron su luz y ahora lo sabía todo, todo tenía sentido.

—Steny— oí mi nombre— Steny por favor di algo— era la voz suplicante de Clady.

Por alguna extraña razón los párpados me pesaban demasiado y no pude abrir los ojos, el cuerpo tampoco reaccionaba, fue ahí cuando recordé que Isedo me dio una pastilla y me prometió que estaría bien cuando me levantase, ¿me había mentido?, ¿lo había hecho a caso hecho?, Isedo no era así, la última vez nos ayudó cuando estábamos en apuros, no, no podía haberme hecho esto...



¿Te acuerdas de mi? TRILOGÍA VENGANZA II (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora