¿Te acuerdas de mi? TRILOGÍA VENGANZA II (Terminada)

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Narra Steny:

Salí corriendo de la habitación y me adentré a un pasillo oscuro, realmente tenía miedo de estar sola, pero a su vez, no quería estar al lado de un asesino, al lado de Siul.
La voz femenina que se escuchó por todo el hospital comunicando que estaba todo cerrado, tampoco me aseguraba mi salvación.
Algo me decía que todo lo que estaba sucediendo era culpa mía, pero al haber perdido la memoria me agobiaba más y eso provocaba en mi, un ataque de ansiedad.

Seguí corriendo por los pasillos, miraba de vez en cuando a mis espaldas por si me perseguía alguien, me aliviaba saber que no era así.
Mis piernas pararon por el cansancio y mi respiración era agitada, los latidos de mi corazón retumbaban en mis oídos. Me coloqué la mano en el pecho e intenté tranquilizarme.
Entré en la primera habitación que vi, y cerrando tras de mi me dirigí a una esquina, me senté y rompí a llorar.

¿Por qué todo me sucede a mi?

Narra Éneon:

Siul me miró de reojo de muy mala manera y entró a la habitación donde en un principio se encontraba Steny.

—¿No vas a ir a por ella?— le pregunté exaltado.
—Volverá— respondió con firmeza.
—¿¡Cómo crees que va a volver!?— le grité sin entender aquel estado tan tranquilo.
—Sólo tiene miedo e intenta aislarse de todo para calmarse— dijo mientras me mantenía la mirada.

No llegué a pensar que Siul actuara de aquella manera ante esta situación. Pensé que cuando le dijo Steny aquello que recordaba del accidente, entraría en un estado de pánico.
Ha llevado años sin hablar del tema, seguía, sin embargo, cada paso que daba ella desde que le dieron una órden de alejamiento y ahora parece que se ha rendido cuando vio que huyó de él.
Odiaba esa parte de él, yo he estado con él desde que éramos jóvenes y siempre que se proponía algo, lo hacía y lo conseguía como hizo con Steny en su momento. Pero realmente, ya, pensándolo mejor, a medida que pasaron los años, lo odiaba y hasta el día de hoy, sigo deseando su muerte.

—Ahora mismo lo que necesita es estar con alguien— le dije fríamente.
—No la conoces— me miró con odio.

Me llevé la mano a la cabeza y le sonreí, me di la vuelta para ir en busca de ella, pero vi de reojo que Siul vino corriendo hacia a mi, no me dio tiempo a reaccionar y acabé en el suelo de boca, noté el sabor de la sangre. Pude girarme para tenerlo de frente y vi que en su mano derecha tenía una pequeña navaja agarrada con gran fuerza, pues, las venas resaltaban en su piel.

—Sólo eres un estorbo— me escupió en la cara— sé cuales son tus intenciones Éneon— esbozó una pequeña sonrisa irónica— pero no me separarás de ella— vi entre el cabello que cubría sus ojos, un brillo de odio en ellos complementado por una mirada psicópata aterradora.

Narra Lindert:

Abrí los ojos poco a poco mientras me incorporaba como podía en el sitio donde me encontraba, un pinchazo fuerte atacó a mi cabeza y gemí de dolor. Una vez que se calmó, miré con detalle en el lugar donde me encontraba, mis manos y piernas estaban atadas y mi boca sellada con una cinta aislante plateada, estaba rodeado de bolsas de basura en un callejón con una sola salida, quería salir de donde me encontraba.

Me arrastré poco a poco fuera de allí, provoqué que varias bolsas de basura calleran al suelo y se abrieran, noté algo frío sobre mi espaldas, me giré con dificultad y me percaté de que el interior de la bolsa estaba lleno de partes del cuerpo de personas ajenas.

Un olor a podrido abarcó mis fosas nasales.

Necesito salir de aquí, pensé mientras me aguantaba la respiración.