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Narra Milda:

La puerta de la caravana se abrió, apareció Isedo con las bolsas de la comida china.
Laumi se las quitó de las manos y las dejó sobre la mesa, como una loca cogió lo primero que vio y comenzó a comer, yo fui tras ella y Dail él último.
Isedo se quedó de pie en el sitio cruzado de piernas y brazos, se le notaba en la cara que algo le comía por dentro y por esa extraña razón yo no podía comer.

—¿No vas a comer?— le pregunté.

Este me miró y se acercó a la mesa, cogió lo primero que vio y se dispuso a darle un bocado.

—Te has encontrado a Steny, ¿verdad?— me llevé a la boca un tallarín.

Él se atragantó y me miró conteniendo su nerviosismo, pero eso me demostró que mi deducción era cierta.

—¿Cómo lo has sabido?— me preguntó impactado.

Dail y Laumi dejaron de comer tras oír el nombre de Steny.

—Tu cara lo demuestra todo— sonreí.

Se hizo el silencio.

—Bueno, hablaremos con ella— dije tranquila.
—¿Qué?— dijeron Laumi e Isedo a la vez.
—¿Cómo lo vas a hacer?— preguntó Dail.

Cogí el móvil de la prima de Clady, que en paz descanse y comencé a marcar su número.

—¿Hola?— escuché su inocente voz a través del teléfono.

Sonreí.

—¿Te acuerdas de mi?

Narra Steny:

Estaba en la cama con Clady viendo una película de acción, cuando una llamada interrumpió el momento.
Alcé mi mano hacia la mesita de noche, cuando di con el móvil lo cogí y vagamente vi que se trataba de un número privado.

—¿Quién es? — me preguntó Clady incorporándose en la cama mientras encendía la luz.

Me encogí de hombros y descolgué la llamada.

—¿Hola?— respondí dudosa.
—¿Te acuerdas de mi?— esa voz, esa malvada voz, no podía ser ella.
—¿Quién eres?— pregunté con una voz temblorosa para afirmar mi duda.
—¿Cómo que quién soy?— se rió— me parece de muy mala educación que hayas olvidado tan rápido a unas de tus amigas— volvió a reírse.

No puede ser, no puede ser ella, ella esta en la cárcel pudiéndose por el delito que a cometido.

—Milda...— pronuncié su nombre.
—¡Oh vaya! No, no te has olvidado de mí—  dijo aparentando estar impresionada.

Clady me miró con los ojos como platos, seguramente mi piel se volvió blanca del pánico en el que comenzaba a someterme.

—Chicas, os hemos traído palomitas y...— Clady chistó y los chicos se callaron en el momento. Siul preguntó por señas qué pasaba y Clady les hizo un gesto para que pasaran a la habitación.

—Parece que no estás sola— continuó hablando.

Clady me quitó el móvil y lo puso en manos libres.

Hizo un suspiro sonoro.

—Esta llamada sólo es un toque de atención— se rió.

Se hizo el silencio, los tres que llegaron más tarde se quedaron boquiabiertos al escuchar la voz de Milda.

—Parece que ya te has muerto— se quejó— me aburres.
—Qué quieres de ella— se dignó a hablar Siul.
—¡Oh!— soltó una carcajada— pero a quien acabo de oír— volvió a reírse— el querido novio de mi presa.
—Te ha echo una pregunta— remarcó Melune— ¡contesta!
—Vaya, vaya, con que aún seguís unidos...
—Loca psicópata— escupió Clady.
—Anda, Clady— en ese momento me la imaginé sonriendo— una mujer que ha sido abandonada por sus padres a través de un mensaje de teléfono por el móvil de su prima— Clady agachó la cabeza y cerró su mano en forma de puño— una furcia que no sabe dónde caerse muerta porque no sirve para nada— dijo con tono malvado— ¡ah si!, se me olvidaba la guinda del pastel— se rió— enhorabuena por tu embarazo Clady.

Ninguno de nosotros sabía que decir,
¿cómo lo sabía?

—¡CÁLLATE HIJA DE PUTA!— explotó Éneon, se le notaba alterado.
—¡Oh!, mi amor platónico...— dijo con asco— me has traicionado con lo que tú ya sabes— se hizo el silencio— dejaré que lo averigüen, o más bien, que lo averigüe— se le notaba tenso al oír aquello— bueno, me alegro mucho saber que todos estáis bien, aunque verdaderamente no tenía la necesidad de hacerlo, pues, ahora mismo sé dónde os encontráis— se rió— en fin...— suspiró— cuidaros bien para que pueda mataros al fin y eso va por ti Steny— hizo una pausa— no te escaparás de esta— colgó.

¿Te acuerdas de mi? TRILOGÍA VENGANZA II (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora