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Narra Steny:

—Mamá, ¿por qué no me lo habías dicho antes?— le pregunté enfadada.
—No quería darte otro disgusto después de lo que te pasó— se sentó en el sofá.

Menos mal que Clady aún dormía.

—Ya, pero, esto es importante— resoplé.
Cariño, ¿estás?— sonó a través del teléfono.
—Si papá— le contesté— gracias por tu llamada.
Nada hija, cuídate y dile a tu madre que aún me debe dinero.
—¡Yo no te debo nada!— gritó mi madre.
¡Claro que si!— le contestó mi padre a través del teléfono.

Verdaderamente, nunca llegué a pensar que mis padres se llevaran tan mal; mi madre iba a coger el teléfono, pero colgué antes de que hiciera una de las suyas.

—¿Pasa algo?— preguntó un hombre tres años más joven que mi madre, pelo castaño, ojos grises y cuerpo tonificado.

Quien faltaba, pensé.

—Nada cariño, mi ex marido está histérico— le contestó mi madre para después darle un beso.

Si, mi madre tiene un novio más joven que ella.

—Por cierto cielo— le dijo su novio— necesito veinte euros para la gasolina del coche...
—Claro, toma— contestó mi madre cogiendo el monedero.

Lo que puede llegar a hacer el dinero, pensé.

—Steny, ¿me acompañas a...
—No— le contesté sin que acabara su pregunta.
—Steny, hija, sólo se quiere llevar bien contigo— le defendió mi madre.
—Mamá, olvídalo- le contesté.
—Pero...
—No pasa nada, déjala— le dijo ese hombre al quien tengo que considerar ¿padrastro?

Me di la vuelta y volví a mi habitación. Pobre de mi, ¿quién me mandaría a mi pensar que esto sería una nueva vida?, pensé alzando los brazos.

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Cuando el coche arrancó, en lo único que pensaba era en olvidarme de todo lo ocurrido y despejarme en estas vacaciones.

—Que guay Steny— me dijo Clady mientras observaba a través de la ventana los árboles pasar velozmente.
—Chicas— dijo mi madre— ¿queréis que os cuente cómo es aquello?

Las dos nos miramos a la vez para después asentir.

—Bueno, pensándolo mejor... prefiero que sea una sorpresa— sonrió.

Y esta es mi madre haciéndose la interesante.

—Joder mamá, ¿por qué tanto misterio?— bufé mientras que la miraba a través del visor; esta se levantó las gafas de sol.
—Ya sabes como soy— me guiñó un ojo.

Miré por la ventanilla, nos acercábamos cada vez más a nuestro destino.

—Mamá— la llamé.
—¿Si?— me contestó mientras miraba al frente.
—¿Tu crees que olvidaré todo lo sucedido?— mis ojos miraban a la nada.
—No lo creo, debes olvidarte de ese mal rato— contestó con seguridad.
—Steny, hay que superarlo— se añadió Clady a la conversación — yo estoy contigo, lo superaremos juntas— posó su mano en mi hombro como muestra de consuelo; le sonreí.
—Ese es el espíritu — dijo mi madre sonriente.

Pasaron dos horas más y sólo se oían las canciones de la radio del coche, alguna que otra vez, se perdía la señal y se oía una mezcla de varios canales a la vez o simplemente un pitido.
Ahora, se oía una canción animada, una de las cuales al oírla te daban ganas de bailarla, pero fue interrumpida por un mensaje.

"Queridos oyentes, sentimos interrumpir esta emisora de radio para informarles que tres jóvenes delincuentes fueron encerrados en una de las cárceles mas protegidas de la ciudad, sus nombres son, Milda Meins, Dail Buecae e Is....

Mi madre cortó la radio.

—¿Qué haces?— le pregunté.
—No quiero que escuches ya nada relacionado con el tema— me regañó mi madre— saliste de esa ciudad para despejarte, no para volver a recordar esa pesadilla— me miró seriamente por el visor.

Miré a Clady para buscar un punto de apoyo, pero esta asintió dándole la razón a mi madre, puse los ojos en blanco para después volver mi vista de nuevo por la ventanilla, esta vez, ya veía más de cerca la ciudad.

—Ya hemos llegado— dijo el taxista mientras entraba en la ciudad.
—Muchas gracias— contestó mi madre.

El taxista aparcó delante de un puesto de comida rápida, mi madre le pagó lo que le debía y después nos ayudó a Clady y a mi recoger todo del maletero.

—Parece ser que necesitáis ayuda— escuché tras de mi una voz ronca.

Di un pequeño saltito del susto.

—¡Neol, viniste puntual!— mi madre se acercó como una loca con una caja hacia aquel hombre y después le dio un beso.

Después me miró.

—Steny— hizo el intento de sonreír — este es Neol, mi novio.

Me quedé en blanco, ¿y mi padre? ¡dónde está mi padre! ¿¡POR QUÉ DEMONIOS TIENE UN NOVIO!?

—Encan...
—No te acerques— le miré furiosa para después mirar a mi madre alzando una ceja pidiendo una explicación.
Ella sólo se limitó a sonreír.

Cargamos todo en el coche de aquel desconocido y no hablé en todo el viaje hasta la casa.
Al llegar, ayudé a dejar las cosas dentro, no me limité a mirar nada, puesto que no estaba de humor para entrar en detalles y tras dejarlo todo en el interior, me encerré en mi nueva habitación.

¿Te acuerdas de mi? TRILOGÍA VENGANZA II (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora