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Llamaron a la puerta y después abrió, era Clady.

—Steny,  vístete, dice tu madre que vamos a dar una ruta turística.

La puerta chocó contra la espalda del novio de mi madre, este me soltó de golpe.

—¡Oh, lo siento! creo que os he interrumpido— se disculpó cerrando de nuevo la puerta.
—No, no pasa nada— sujetó la puerta— ya me iba— dijo con amabilidad y una sonrisa falsa.

Desapareció de mi habitación y yo mientras me masajeaba el cuello, ese hijo de puta no se iba a salir con la suya.

—¿Haciéndoos amigos?— preguntó Clady cerrando la puerta tras ella.
—¿Estás de broma? Me acaba de amenazar con pegarme— me senté en la silla de mi escritorio.
—¿¡No jodas!?— me preguntó casi chillando.
—Baja la voz— hice una muñeca de dolor— ¿crees que estas marcas en el cuello son muestra de su amistad?— me miré en el espejo.
—Tienes que decírselo a tu madre— dijo preocupante— hablando de ella...nos está esperando.

Me levanté de la silla haciendo otra muñeca de dolor, abrí el armario y saqué una camiseta blanca, unos pantalones negros y unas deportivas blancas y negras, Clady estaba vestida, así que sólo me observaba mientras me cambiaba de ropa.
Me estaba poniendo las deportivas cuando el rostro de Clady cambió por completo cuando miraba su móvil.

—¿Clady?— la llamé para que me mirara a la cara y me dijera qué era lo que había pasado.

No contestó, sólo me enseñó su móvil.

"Clady, tus padres te han abandonado.
Tu prima Sb"

—¿Sb?— pregunté— ¿abandonarte?
—sigue leyendo— me dijo con los ojos empapados de lágrimas.

"Ha venido tu madre junto a tu padre a hablar con mi madre, le ha dicho que renuncian estar a tu cargo y tu padre está de acuerdo, todo por tu profesión"

—¿Cómo?— pregunté sin entender nada.
—No quieren saber nada de mi, se han enterado de que soy puta— su mirada reflejaba el miedo que tenía en aquel instante.
—Pero...— me senté a su lado— ¿cómo lo han sabido?, ¿se lo dijiste?

Ella negó con la cabeza aún con la mirada perdida y sus ojos abiertos de par en par.

—¡Oye chicas! ¡OS ESTOY ESPERANDO!— gritó mi madre desde la planta principal.
—¡Ya bajamos, un segundo!— chillé en respuesta y abracé a Clady— Oye, tranquila, solucionaremos las cosas.

Negó con la cabeza.

—No me van a perdonar, he deshonrado a mi familia— apoyó sus codos en sus rodillas y se tapó los ojos.
—¡NI UN SEGUNDO NI NADA, VOY A SUBIR!— exclamó mi madre subiendo por las escaleras, el sonido de sus tacones me lo demostraban.
—¡QUE YA BAJ...— ya entró por la puerta y se dirigió hacia Clady para preguntarle lo que le pasaba.

Choqué mi mano con mi frente y puse los ojos en blanco, Clady empezó a llorar desconsoladamente.

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—¿Fuiste?— le preguntó Dail a Isedo a través del teléfono.
—Si— suspiró Isedo.
—Genial— sonrió Dail.
—Aún no entiendo por qué a Clady— dijo Isedo apoyando sus codos sobre la mesa.
—Por algo se empieza, ¿no?— sonrió de nuevo.
—Bueno...— cambió de conversación— ¿algo más?
—Ven el próximo domingo a la misma hora— colgó el telefonillo con otras de sus sonrisas y se levantó de la silla.
—Hijo de puta— dijo Isedo entre dientes.

¿Te acuerdas de mi? TRILOGÍA VENGANZA II (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora