¿Te acuerdas de mi? TRILOGÍA VENGANZA II (Terminada)

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Narra Steny:

Ha pasado una semana desde que al fin me dieron el visto bueno para poder salir del hospital.

De nuevo me mudé a otro lugar, pero esta vez iba a vivir con Éneon.

—¿Es necesario mamá?— le pregunté una vez que no andaba por nuestro lado.
—Él insistió tanto que no pude decirle un no como respuesta— se encogió de hombros— además ahora si que sí podeis estar más tranquilos.

Cargué con una caja.

—¿A dónde iras ahora? — le pregunté.
—Volveré de nuevo a Filsei— me dijo mientras entrábamos a la casa— esto de los viajes me está matando— se quejó.

Sonreí lévemente.

—Además, hay policías camuflados viviendo a vuestro alrededor— me acarició la mejilla— y a un hombre en casa— me guiñó el ojo.
—¡Mamá!— le grité molesta.

Sólo conseguí que se riera.

Me cogió de la cintura mientras me daba un beso en la mejilla.

Éneon.

—Prepárate, iremos a visitar a Clady— le asentí.

Hace dos días Naúm nos llamó para comunicarnos que Clady había despertado, así que decidimos darle un tiempo para que se aclarase y hoy si que sí la visitaríamos, no podía aguantar más.

Terminamos al fin de colocar las cajas de la mudanza dentro de la casa, tras despedir a mi madre, me fui en coche con Éneon hacia el hospital. Al llegar, recorrí los pasillos corriendo hasta llegar a la habitación donde estaba Clady. Las dos chillamos como locas al vernos.

—¡Qué bien que estes de nuevo con nosotros!— le dije en el abrazó.
—Te he echado tanto de menos— me dijo ella mientras me abrazaba aún más fuerte.

Isedo, Naúm y Éneon que estaba entrando por la puerta nos vieron felices.

—No es para aguaros la fiesta— carraspeó Isedo— he hablado con nuestro abogado y me ha dicho que el lunes que viene comenzaremos con el caso.
—¿Qué dia estamos?— preguntó Clady.
—Jueves— respondió Naúm viéndolo desde el movil.
—Aún tenemos tiempo— sonrió Clady mientras me ahogaba en el abrazo.

Había vuelto y eso me alegraba.

Los tres chicos se encogieron de hombros y comenzamos a hablar entre nosotros hasta que sin saber cómo comenzamos a hablar seriamente.

—¿Qué harán con Siul cuando pierda?— preguntó Naúm.
—Veo absurdo que se tenga que ir a un juzgado sabiendo que vamos a ganar— se quejó Clady.
—Tengo entendido que Siul pidió que hubiese un juzgado— comentó Isedo.
—¿Qué?, ¿por qué? — preguntó Éneon.

Isedo se encogió de hombros.

—Bueno, dejemos el tema— intenté calmar la situación— aún queda días hasta que llegue la hora del juzgado.
—Tiene razón— dijo Clady— hay que disfrutar.
—Espera, espera...— interrumpió Éneon— ¿alguien hecha de menos a Milda?
—¡Éneon!— le gritamos todos a la vez.
—Vale, vale...— dijo levantando sus brazos.

Todos nos reímos.

—Idiota— le dijo Clady.

Volvimos a reír.